Como pocos hombres del sistema, el ingeniero Héctor González Curiel, al llegar a la comuna de Tepic, supo comportarse de manera institucional, recibió una administración prácticamente en quiebra financiera, con un increíble y enorme sub ejercicio de importantes recursos de la federación, que la muchacha que puso de suplente el sátrapa gobernador anterior, demostró que la impericia expósita es suficiente para darle en la madre a una administración municipal en unos cuantos meses.
Y sin embargo, no estuvo choriqueando echándole la culpa a sus predecesores y enfrentó con imaginación y control financiero la falta de recursos, reordenando la deuda de tal manera que le permitió operar de manera satisfactoria su mandato constitucional.
Enfrentó la crisis inmanejable del Sutsem, que llevó sus presiones a niveles insostenibles, algo nunca visto; y el “Toro” Gon-Curi, hizo punta en la organización de los alcaldes para ponerle el cascabel al gato del sindicalismo extremo, sus acciones iniciaron el principio del fin de la odiosa hegemonía de este grupo de presión en que se convirtió la organización mayoritaria de burócratas.
Actuó con una política de sincretismo y de respuestas consensadas con la ciudadanía demandante, tuvo y ha tenido una mala prensa, por la poderosa razón de que nunca cayó en el chantaje vil del periodismo carroñero.
Hoy, que vuelve por la puerta grande a la administración pública federal, como titular en la entidad de la Conagua, toda la recua de comentaristas fashion se le fueron al cuello con toda la estulticia de que son capaces esas voces, acobardados que se escudan en el anonimato de las redes sociales, que son incapaces de actuar en el mundo real, en la confronta con una autoridad en el verdadero territorio de la legalidad.
ENFRENTANDO A POLO
El “Toro”, regresa a su terreno, a la Conagua, en lo cual es un experto y reconocido por las oficinas centrales del gobierno federal; y qué bueno que regresa a la entidad, a la capital para que pueda enfrentar con la cercanía que requiere la desafortunada campaña que ha emprendido en su contra la presidencia municipal a cargo de Polo Domínguez, que nos demuestra sus yerros y su pasión por los equívocos.
Mal y tarde le finca un procedimiento administrativo cuyas resultas, serán siempre lenes, dada la naturaleza de la entidad administrativa que lo lleva a cabo; desconociendo el estado de derecho que nos rige, ante la natural y obvia defensa del imputado, con una medida cautelar decretada por la Sala constitucional administrativa, reclamaron e injuriaron a los magistrados que solo cumplen con su función jurisdiccional.
Empero, fuera de tiempos, le requieren por documentos que se encontraron en los expedientes del proceso de entrega recepción de la administración municipal, violando los elementales principios de certidumbre que garantizan las actas firmadas por ambas administraciones, la saliente y la entrante; el chiste de todo ello, es jorobar al ex edil, y presentarse ante la opinión pública como los justicieros impolutos, vengadores de los desastres cometidos por las administraciones del Pri.
Son formas pueriles que el panismo perredismo instrumenta para justificar una actitud litigiosa que tiene un destino, la inutilidad jurídica y política, tiempo suficiente ha transcurrido para percatarse con certidumbre si hubo desfalco o ejercicio indebido de funciones en la administración del “Toro”.
Que lamentable que la alternancia del poder en el Ayuntamiento siga el curso de la venganza política, cuando se tiene la espléndida oportunidad de actuar como políticos de deveras, no importando la naturaleza administrativa que les heredaron, El “Toro” y sus funcionarios aguantaron vara, no les vimos de plañideras por la desastrosa heredad.
Las voces rijosas, injuriantes que hoy está recibiendo el nuevo delegado de la Conagua, son diatribas que aspiran a convertirse en venganza pública, desde un sitial en dónde ya juzgaron y condenaron al ingeniero Gon-Curi, sin tener el mínimo conocimiento de la realidad financiera, administrativa de su gobierno, salvo las liviandades que ha expresado el doctor Domínguez, quien asume para sí, el rol no tan solo de edil, sino de jefe de prensa, analista político, director jurídico y tribunal de Torquemada.
Las venganzas políticas son malas consejeras, y no solo por aquel viejo aforismo de que “los carniceros de hoy, serán las reses de mañana..” cabe preguntarse ante la andanada de miasmas y dicterios en contra del “Toro”, ¿en nombre de quién o quienes se erigen como los jueces que condenan una administración municipal que el OFS o la ASF no ha dado cuenta de graves observaciones..? una condena pública que es un inmenso voluntarismo, de ignorantes del entramado legal que rige a las instituciones públicas.
Mientras tanto, el ingeniero Gon-Curi, sí tiene reclamos que hacer, claro que sí; pero no a Polo ni sus achichincles, sino a sus ex funcionarios del Ayuntamiento que presidió, que en un año que utilizaron su carro de Golf, le dieron en la torre…, mientras tanto prosigue el singular espectáculo de los opinadores de las redes de la internet.
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