-
Dominio e impunidad
-
¿Estado fallido o narco Estado?
Dejando a un lado los eufemismos, para evitar la vergüenza de autodefinirnos como Estado nación; tenemos que colegir, a la luz de la clase y variedad de conflictos armados que han ocurrido en la sociedad contemporánea, que México se encuentra en una guerra civil de baja intensidad, con los frentes de combate focalizados en los territorios dominados por la delincuencia organizada –muy bien organizada.
El legado de la política permisiva del sexenio anterior, es terrible y grotesco, cientos de miles de muertos y territorios enteros de varias entidades en donde se ha suplido al Estado en el cobro ilícito de impuestos, el control total de la economía primaria y de servicios, con el pudoroso nombre de “pago de piso”.
El dominio y la impunidad con que actúan en Michoacán se acredita con el homicidio del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, un joven licenciado en ciencias políticas egresado del ITESO de Guadalajara que emprendió una cruzada pública de luchar en contra de este flagelo que tiene cruelmente sometida a la sociedad michoacana.
Desde su arribo a las redes sociales en donde con tono exigente le pedía a Claudia Sheinbaum presidente de la república, al super secretario Omar García Harfuch que cumplieran con su deber de pacificar esa región, que los alcaldes poco pueden hacer por impedir la prevalencia de las actividades delincuenciales; si bien tenía 14 guardias nacionales que le cuidaban, el sábado en la noche en la celebración de la muerte en plena plaza pública recibió tres plomazos de una 9 milímetros, falleciendo poco después.

Su escolta abatió de inmediato al homicida y capturaron a otro de la célula criminal; no será difícil encontrar la autoría intelectual de este proditorio crimen que ha estremecido una vez la conciencia colectiva del pueblo de México, que vivimos azorados y temerosos del poder delincuencial.
La muerte de Carlos Manzo, -pese a las palabras del mismo edil- ya estaba anunciada; su beligerante reiteración de llamado de auxilio a las autoridades de la federación,
Llamó “respetuosamente a los delincuentes.” Para que le bajaran, para que dejaran a la gente que trabaja en paz, que arreglan sus asuntos sin molestar a la sociedad, y dijo enfático “porque si no, aquí va a ver un levantamiento armado, porque ya estamos hasta la chingada..! y que se escuche fuerte, que lo escuchen en la federación..!”
Estas y otras expresiones del edil fueron una peligrosa provocación para el grupo delincuencial que decidió exterminarlo para que no cunda su ejemplo de valor y dignidad ante el dominio que tienen en esta y en otras entidades.
Con estos crímenes se explica la beligerante política intervencionista del gobierno norteamericano, que si bien exagera en sus calificativos, tiene razón en lo fundamental.
Surgen muchas voces de protesta, con miedo, rabia e indignidad, que convocan a movilizaciones para reiterar una vez más, el pedimento de justicia y la garantía que todo Estado debe prodigar a sus habitantes, paz y seguridad social.
Como se dice en el argot delincuencial Carlos Manzo con su beligerancia estridente le estaba “rascando los güevos al tigre..” y con tres plomazos de una nueve milímetros lo silenciaron.
A usted caro lector, cuál calificativo acepta sobre lo que hoy es México; un ¿Estado fallido o un Narco Estado…? De cualquier manera, seguimos jodidos… y la guerra civil prosigue.
Contacto.- cronicaslip@gmail.com
Share this content:
Publicar comentario