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Problemas del viejo corporativismo
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Demandas inapropiadas, ofensas innecesarias
La doctora Norma Liliana Galván desde su arribo a la rectoría de la Universidad de todos los nayaritas, emprendió de manera cautelosa y paulatina una serie de medidas para soltar lastres de cacicazgos gremiales y que la rectoría dejara de ser su rehén , para trabajar en pos de desarrollar sus proyectos de reordenación administrativa, saneamiento financiero, mejoras académicas, mayor protagonismo en la ANUIES y una mayor capacidad de maniobra ante el gobierno del Estado.
Problemas estructurales los tiene la UAN, sin modificar su estructura de gobierno interior, sus acciones al frente de la universidad, se enfrentan ahora a la incapacidad orgánica de la organización estudiantil –FEUAN- para resolver los problemas que surgen por los nombramientos del gremio estudiantil ante el Concejo General Universitario.
Antaño, sus concejeros no eran electos, sino designados por el dirigente en turno con el apoyo y la anuencia de la dirigencia del SETUAN; por su propia naturaleza, por lo arcaico de la norma que les rige, no pueden llevar a cabo procesos democráticos, armónicos y transparentes, porque están acostumbrados a decisiones cupulares, y los disensos se resolvían con amenazas cumplidas, dinero o prebendas de dentro y de fuera de la universidad.
Recién un grupo de estudiantes, abanderados por un tal “Wilbert” ha llevado a cabo una serie de acciones –tomar la rectoría y entorpecer la circulación del boulevard Tepic Xalisco- como medida de presión en contra de la rectora y algunos de sus colaboradores, para que resuelva sus inconformidades que tienen con la actual dirigencia estudiantil.
Se trata del singular método para designar concejeros estudiantiles al CGU, cuyo proceso no tiene nada de democrático ni de transparente; y como se aprecia a la dirigente Valeria de León le ha faltado capacidad de convocatoria para saber manejar y apaciguar a los rijosos.
Y con la zafiedad e insolencia que les caracteriza a los estudiantes sin conciencia de clase, le imputan a la rectora epítetos insultantes para acreditar la baja ralea con que se conducen; ahora que no solo joroban a los trabajos administrativos de la rectoría, también a cientos de personas que utilizan el boulevard para sus trabajos y llevar y recoger a sus críos a las escuelas aledañas al campus de la UAN.
La ciudad capital ya colapsada por la protesta del Sutsem contra las autoridades laborales que les niegan la toma de nota, constituyendo un soberano hacinamiento de vehículos al haber cerrado la avenida insurgentes desde Jacarandas al paseo de La Loma, como si no supieran que al gobierno del Estado le importa un soberano comino el trastocamiento del tránsito cotidiano.
Imposible tener democracia transparente en los procesos internos hacia la renovación del CGU, si están acostumbrados a la gandallez de los caciques gremiales; no existe cultura ni talante –ni decencia- que permita una normalidad a la que aspira la rectora Galván; poco sirven los esfuerzos de todo un equipo de trabajo cuando se enfrentan a prácticas de presión propias de un pasado cuyos emisarios se niegan a aceptar que su tiempo ya pasó.
Las palabras finales de la doctora Norma Liliana, llevan dedicatoria; será necesario decir los nombres de los patrocinadores de este lance que viene a enturbiar el inicio de este año lectivo de la UAN..? Nacho Flores y sus huestes de MC metidos a lo indejo en este lance, si en las lides partidarias revela su incapacidad política, qué chingados se anda metiendo en los procesos internos de la UAN.
A lo mejor.., ante estas viejas prácticas, nuevos problemas que demandan mejores soluciones, y ante todo debe de prevalecer el principio de autoridad y de hegemonía que dimana de la titular de la rectoría.
Digo.
Contacto.- cronicaslip@gmail.com
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