Conforme a la estructura operativa del Nuevo Sistema de Justicia Penal, esta resolución judicial, en el proceso que se le sigue en un juzgado de oralidad penal, al licenciado en derecho Roy Rubio, hace un par de días se le decretó la vinculación a proceso.
Junto a otro coacusado, se le dictó la vinculación a proceso como el probable responsable del delito de peculado, vocablo que viene del latín peculatus; de peculium, caudal; en sentido exclusivamente gramatical, y teniendo en cuenta la etimología señalada, esta figura típica hace referencia a la sustracción de caudales del erario público, realizada por aquel a quien está confiada su administración.
El activo del delito es un funcionario público en ejercicio, ya sea con nombramiento o de manera accidental; en su esencia jurídica, el peculado consiste en la distracción o indebida utilización de elementos integrantes de los caudales públicos.
Por el número de personas implicadas y las cantidades detectadas que se usaron de manera indebida, quienes somos testigos del acontecer político gubernamental, hemos de decir que los agentes del MP de la Fiscalía, se quedaron cortos; o acaso, sólo eso pudieron judicializar tales cantidades y sobre tales personas.
Se trata del ejército de operadores del programa político-social de Roberto Sandoval, que fue emblemático a lo largo de su sexenio, el PROSA, que si bien sus objetivos finales tienen tintes humanitarios de llevar una despensa a la gente de pobreza extrema, los medios utilizados para obtener los recursos, fueron en ocasiones al margen de la ley.
Y además, secretarios o funcionarios como Roy, aprovecharon el esquema para ministrar recursos a sus íntimos -o en el caso de los neo galanes- a sus íntimas, parte de ese ejército de las odaliscas de Roberto Sandoval, que en número de doscientas, dejó de herencia en varias dependencias de los tres poderes.
El ejército de operadores de PROSA, eran aproximadamente cuatrocientas personas, que recibían sus ingresos de la forma en que ahora se conoce, el desvío que protagonizaba Roy al frente del Órgano Superior de Fiscalización de la Cámara de Diputados. Y eso sucedía en todas las dependencias del poder ejecutivo.
LA ETIOLOGÍA DEL DELITO
La génesis del delito en que incurrieron los funcionarios de Roberto Sandoval, se encuentra en la obediencia al ejercicio hegemónico del poder del entonces gobernante; solo uno –que conoce el caso el escriba- tuvo la suficiente honestidad intelectual y el valor de rechazarle su violencia verbal y estando equivocado, le renunció a su secretaría.
Y todas las variables de los elementos constitutivos del delito de peculado y todos quienes participaron de manera directa e indirecta, como el diputado presidente de la anterior legislatura, que se hizo de la vista gorda ante la ineficacia de las auditorías que la comisión de hacienda y cuenta pública debió de hacerle al ejercicio de su auditor general, junto a las directoras de los departamentos de auditoría, que ahora son la miel del actual auditor general, el bon vivant Héctor Benitez.
El deber de obediencia que tiene Roy Rubio para quien fue su jefe, es explicable, que no haya declarado ante el talentoso juez que le decretó la vinculación a proceso, que solo obedeció órdenes del gobernador Sandoval, sus defensores no exploraron la cadena de mando ni la excluyente de obediencia debida.
Esta excluyente es llamada obediencia jerárquica, se concreta con el cumplimiento de mandatos antijurídicos o cumplimiento de órdenes antijurídicas, en Derecho penal es una causa eximente de responsabilidad penal por delitos cometidos en el cumplimiento de una orden impartida por un superior jerárquico, como es el caso.
Sin embargo, me pregunto ¿qué pasaría por la mente maquiavélica de Roy..? ¿por qué se fue por la vía más fácil e inmoral..? acusar a la jefa de recursos financieros como la responsable, me parece infantil el argumento e impertinente para la construcción de la teoría del caso de la defensa; y esa chica, estuvo mucho tiempo incapacitada y no era de las odaliscas de Roy que sabían de todos los enjuagües.
Y sí, en aras del recuerdo de su progenitora debo señalar que en ella sí se aplica con meridiana claridad la excluyente de obediencia jerárquica.
En un gobierno tan laxo en controles financieros, de boquetes increíbles al ejercicio del gasto diario, el primero y el último de los responsables del descomunal peculado y del ejercicio indebido de la función pública se llama Roberto Sandoval Castañeda; quien dejó un entramado jurídico normativo para ser inimputable.
En el caso, al gobierno de Toño Echevarría y al Fiscal General Petronilo Díaz Ponce, les falta mayor meticulosidad para saber encontrar en los intersticios de los registros que dejó el gobierno anterior, sagacidad jurídica e inteligencia financiera…
Digo…
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