En la construcción de cualquier espectáculo político, suceden hechos, emergen personas cuyos atributos se expresan de manera creciente; esta semana de actividades de proselitismo del master Jorge Ignacio Peña, arroja varias certidumbres: uno, su sólida formación intelectual, los años de docente así lo acreditan y el despliegue de sus argumentaciones lo confirman; dos, la ecuanimidad y bonhomía que ha hecho gala en los momentos difíciles de la natural confronta que se ha dado en algunas visitas a las escuelas preparatorias y unidades académicas que conforman la UAN. Sus expresiones son claras, concisas, sin pudores da a conocer los flagelos y carencias que hoy afloran.
«La Universidad Autónoma de Nayarit enfrenta un problema profundo, de crisis. Hablamos sí de la crisis del fondo de pensiones, de la crisis financiera de la universidad, hablamos sí, en el caso de los profesores, de los servicios médicos, hablamos de la calidad educativa, pero me estoy dando cuenta que el gran problema de la Universidad Autónoma de Nayarit es la infraestructura y tenemos qué resolverlo de forma prioritaria, particularmente para el caso de las preparatorias de la institución».
Expresiones sin dramatismo, con la seguridad de quien conoce el terreno que pisa, ante un auditorio lleno de estudiantes, directivos, profesores y administrativos de la Preparatoria 14, la única que tiene la modalidad semi escolarizada.
En un excelente ejercicio de inter locución le hicieron planteamientos los estudiantes, presentando demandas para mejores aulas y mejores servicios, y la revisión del plan de estudios para que sea de 2 años y no de 3, y para que a su egreso, se tengan opciones semi escolarizadas en las licenciaturas de la propia universidad.
En respuesta, el candidato a Rector se comprometió a echar a andar uno de los ejes estratégicos de su propuesta de trabajo: el bachillerato multimodal, para que no sólo se ofrezca en los sistemas presencial y semi presencial, sino también abierto y a distancia, en línea.
Señaló que entre sus proyectos está la creación de un modelo de Universidad para todos, donde se atiendan necesidades de formación a nivel licenciatura y posgrado para distintos grupos de población con necesidades diversas: para quienes trabajan, para quienes atienden el hogar, para los adultos mayores, para quienes no se pueden trasladar de sus lugares de residencia.
Hizo el formal compromiso de revisar la paridad y equidad en la asignación de becas para estudiantes, así como dar certidumbre al funcionamiento administrativo de la unidad académica, a la cual, dijeron, «no se toma con seriedad y se nos cambia de directores de manera interina con mucha frecuencia».
El candidato a rector que ha generado las adhesiones mayoritarias de los universitarios, tuvo una reunión con profesores jubilados; ahí se comprometió a revisar a profundidad la situación financiera y legal del Fondo de Pensiones y Jubilaciones; las aportaciones que se hacen, el reparto de los beneficios derivados del mismo, la viabilidad a corto, mediano y largo plazo del actual esquema, la transparencia y rendición de cuentas, así como la toma de decisiones colegiada en torno a la operación del mismo.
Presentó una singular propuesta, de crear la Universidad de la Tercera Edad donde se aproveche la experiencia, capacidades y aportaciones de los jubilados y pensionados para echarla a andar; así mismo, la Comisión de Defensa de Derechos Humanos de los Universitarios para que nadie, en ninguna circunstancia, sea afectado en sus derechos, particularmente, subrayó, «los derechos ganados a pulso por los jubilados y pensionados».
En este mismo sentido, se comprometió a transparentar el destino de las aportaciones que hacen todos los trabajadores, tanto académicos como administrativos, activos, jubilados y pensionados, para integrar el fondo de pensiones. Porque la «claridad, transparencia e información oportuna sobre todos los temas financieros de la Universidad, serán el sello distintivo de mi administración».
Este tipo de reuniones, nos muestran que el talante de Jorge Ignacio Peña no es para nada medroso, nada puede distinguir a un hombre público con enormes responsabilidades ante la UAN y ante la sociedad, como la claridad de pensamiento y el que tenga plena certidumbre de lo que dice; que tenga una clara visión del momento que se vive y los reclamos de la comunidad universitaria. Esta campaña ha posibilitado la emergencia de un nuevo liderazgo, este, el que se necesita para estar a la altura de los retos actuales para llevar de una vez y para siempre a la UAN a una reordenación de sus fines, a una mejor vinculación productiva con la sociedad, en fin, a la construcción de una nueva era de la universidad de todos los nayaritas.
Enhorabuena..!