En la semana pasada, se llevó a cabo un desayuno al cual invitó el congreso del Estado a los periodistas que cubren la fuente del poder legislativo; hubo buena presencia de comunicadores y previo al festejo de entregar regalos a los ahí presentes, el diputado presidente de la comisión de gobierno Jorge Humberto Segura, disertó un sencillo e interesante discurso.

Con su estilo pausado y sin grandes aspavientos, se congratuló de nuestra presencia, destacando la importancia del ejercicio de la libertad de prensa y de lo que hoy significa su trabajo en el quehacer de las instituciones de gobierno, definiendo a los medios como el factor que une a la sociedad con las actividades públicas del Estado.

Y como no queriendo la cosa, se refirió a una singular iniciativa que por medio de diversas voces se ha reiterado y a propósito de fallecimientos de algunos periodistas locales y de otros municipios, resaltando la carencia de seguridad social, y la singular exigencia de dichas voces, que se legisle para tener una “ley de protección para periodistas, que contenga el catálogo de derechos sociales, seguridad médica, casa habitación y etcétera, etcétera..”.

El diputado presidente, reflexionó sobre lo anterior, señalando que efectivamente, los periodistas por su trabajo son importantes para la sociedad; pero, dijo, “está bien exigir derechos…, pero ¿qué pasa con sus obligaciones..?, en este asunto nadie habla de obligaciones…”.

Se dijo dispuesto, en la legislatura que dirige para recibir todo tipo de iniciativas al respecto; empero, no dijo lo que todo mundo –menos los periodistas- sabe y entiende; la actividad periodística es un ejercicio de empresas privadas, sean personas físicas o entidades mercantiles; aunque muchos de los medios de todo tipo reciben sus principales ingresos de los convenios de publicidad que tienen con alguno de los órdenes de gobierno; hoy es ya impensable y financieramente imposible que cada periodista sea empleado del Estado.

Siendo una actividad tan noble y tan redituable para un número pequeño de empresarios, la raza ha crecido de manera expotencial; son cientos de periodistas los que existen en la entidad, y la nómina de los empleados del gobierno por igual, se ha crecido enormidades y ellos, dicho con todo respeto- son burócratas, empleados del gobierno estatal y municipal, y demandan el trato especial que en ocasiones les prodigan a los periodistas los gobernantes.

EMPRESAS PRECARIAS

Sin duda alguna, esta condición de precariedad social, falta de seguros médicos y fondo de retiro, es compartida por la inmensa mayoría de esa gran masa de personas que se llaman periodistas; empero, la sociedad y los gobiernos han cambiado, y algunos sectores se resisten a evolucionar, el caso del gremio, es alucinante su incremento; y, tenemos que partir de la inclemente realidad, qué público de lectores tienen los medios en los que trabajan, lo cual es el patrón para suscribir convenios con los gobiernos.

Las empresas de periódicos son y deben ser las primeras y únicas responsables de dotar a sus trabajadores, de seguridad social; sin embargo, los periodiquitos de los municipios, medianamente sobreviven de sus magros convenios, y son ellos quienes demandan la ley que los proteja; y ello, no es posible ya, en un marco de derecho como el que ya tenemos.

Los fraccionamientos, los créditos y demás prebendas, son otorgados a los periodistas según el humor y las preferencias del gobernante en turno; de ahí el motivo que impulsa la llegada de decenas y decenas de nuevos periodistas, que, algunos solo publican en Facebook y tienen una especial connotación de su trabajo.

Ignoro el género periodístico de esta nueva vertiente de la comunicación social.

Pero todo este sub mundo de empleos, ahí están, y de una u otra manera es un tema subyacente en las singulares relaciones que las entidades públicas tienen con los medios y sus hacedores.

El ejercicio de la libertad de expresión y de la libertad de prensa, debe ser siempre garantizado por el Estado; empero, de ahí a que no solo sea garante de ello, sino que sea el patrón de todos los periodistas, es sin duda un enorme contrasentido; y eso es lo que nos quiso decir el diputado Jorge Humberto Segura en el desayuno con los medios.

La responsabilidad ineludible es de las empresas periodísticas, cualquiera que sea su tipo, por lo tanto, no podremos hablar de la irrestricta libertad de prensa, cuando sus hacedores están uncidos al gobierno en turno.

Contacto.- cronicaslip@gmail.com

 

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Incursiona en géneros periodísticos, hace reportajes e investigación; es abogado, en “La Voz de Nayarit” como analista político. Los avatares del periodismo de opinión lo llevan al extinto “El Nayar”; posteriormente al revivir el diario como “Meridiano” es uno de sus columnistas principales. El gobierno de Celso Delgado y las organizaciones de periodistas le entregan el Premio Estatal de Periodismo 1993 en la modalidad de “Crónica”. Hace treinta y cinco años nace el periódico regional “Avance” y desde entonces es miembro de su página editorial como analista político. Pionero en Nayarit de periodismo en Internet, publica una página en la web “Crónicas del Sexenio”; se muda un par de años a Nuevo Vallarta y publica en los periódicos “Vallarta Opina” y “Nayarit Opina”. De regreso a Tepic incursiona en la Televisión pública como analista político. Establece una Consultoría Jurídica-Política y retoma el espacio en Internet, como periodista de opinión y reportero entrevistador.