SE ESTRUJA LA SOCIEDAD

  • Tiempo de zopilotes
  • Ausencia de auténticos liderazgos

En la sociedad contemporánea, por sus plazas, estadios y actos masivos como mítines o conciertos, se  aprecia la viveza que la entidad social tenía en nuestros días. Al detenerse en los actos masivos nos mostraban la evidencia clara de que las masas no tienen líderes. La masa, se funde en sí misma, lo cual la lleva a engullirse a sí misma, en un acto caníbal, metafóricamente hablando.

Y este es el problema, el conglomerado social está suelto, los patrones tradicionales que unían los intereses colectivos, han dejado de funcionar; el gobierno, hoy ajeno a las necesidades básicas de la sociedad; los partidos políticos en una sintonía distinta a la de su militancia; los líderes comunitarios ya están extintos; y en Nayarit apreciamos como uno de los reductos de conglomerado uniforme lo constituyen los sindicatos de burócratas, cuya pasta que los aglutina es evidentemente económica; su lucha son las «prestaciones» que les arrancaron a anteriores gobernadores y que hoy no existe presupuesto alguno para cubrirlas.

Tenemos que revisar si aún existen los antiguos mecanismos que hacían funcionar a la sociedad; en nuestro caso, por la tradición latina, hablamos del viejo «contrato social», que se deriva de las tesis que alentaron la revolución francesa, el modelo republicano con la teoría de pesos y contrapesos, se plasma en nuestra Constitución Política, ahí inmerso radican las cláusulas de este «contrato social»; empero, hoy que llegó al gobierno de la república un mecanismo destructor de sus instituciones, repercute en las entidades de la república de forma inmediata y variopinta.

Diez gobernadores, formaron una «unión federalista» y se salieron de la Conferencia nacional de gobernadores, el organismo que nació bajo la primera alternancia del presidente Vicente Fox; Jalisco, Michoacán, Colima, Durango, Aguascalientes, Chihuahua, Coahuila, Tamaulipas, Guanajuato y Nuevo León, juntos con lo que generan de riqueza son el 40% del PIB nacional.

Cuando se iniciaron los diferendos de estas entidades con el gobierno federal, específicamente por lo inequitativo de los mecanismos de la distribución fiscal de la «Gran bolsa» que se recauda por el SAT y que distribuye la Secretaría de Hacienda, ante la cerrazón del gobierno de AMLO, hubo gobernadores que plantearon salirse del pacto fiscal que las entidades todas tienen con el gobierno de la república; se ahí, de este escenario de contradicciones, surgieron voces que incluso llegaban a plantearse la escisión de las entidades del pacto federal que le da unión a este país.

De este tamaño son las incertidumbres que hoy tiene Juan Pueblo; y no existen ejemplos que ante la pandemia, sean los modelos a seguir, se requieren liderazgos, que con su ejemplo persuadan las conductas de la ciudadanía. Hemos de destacar el papel del lenguaje como conductor para convertir al individuo en ser social; y dígame usted cuál es hoy el lenguaje de nuestros gobernantes..? no comunican, no son empáticos, no establecen compromisos colectivos, responden ante los acontecimientos y no son pro activos.

La masa, el conglomerado social, anda suelto y no tiene liderazgos; se avecina una nueva contienda electoral, y los partidos políticos iniciaron sus movimientos internos, empero, la concepción tradicional del quehacer político electoral, ahora es inviable, debemos estudiar los mecanismos de cómo procesa hoy la gente los acontecimientos que nos abruman; y pocos se percatan de que seguiremos viviendo este estado de excepción, por lo menos hasta marzo o abril del 2021, en pleno calendario electoral, con las campañas políticas desplegadas en una sociedad atónita, enojada.

Como aún no se tiene la vacuna para disipar o al menos disminuir la pandemia del Covid-19, muchas decisiones del gobierno de la república que repercuten en los estados, se toman a partir de información insuficiente; es notoria la ceguera política y cultural del gobierno de la república; el presidente López Obrador reiteradamente acredita que es un político profundamente limitado culturalmente y profundamente intransigente.

Esta situación que se insiste en llamar «transitoria» ha trastocado los patrones de conducta de la gente y se refleja en la masa, ese conglomerado amorfo que reacciona con violencia ante los robos en una Combi de pasajeros, o ante la amenaza de quitarles el agua para sus cultivos; el distanciamiento social que se nos dice debe prevalecer, es una enorme reducción en las actividades económicas; las deseables conductas nuevas obligan a un esfuerzo colectivo, con cierto nivel de sufrimiento comunitario, tenemos que pelear contra viejos hábitos, a luchar contra la inercia, tenemos que postergar la satisfacción de nuestros deseos primarios, de nuestras necesidades vitales.

Asfixiante atonía económica, el presupuesto de egresos del gobierno estatal en pleno debacle, hace un mes, se les avisó a los poderes, existe recursos para pagar parte de la nómina, cero gasto corriente y cero a proveedores; pero nuestros hombres públicos con el terror en el rostro prefirieron callar y no decirle a la sociedad el origen de la quiebra financiera.

Empero, en estos momentos cruentos en que se estruja a la sociedad, los gobernantes tienen que luchar contra esa explicable resistencia al cambio, esto no es para legos, Toño Echevarría tiene que auxiliarse de quienes conocen los mecanismos mentales del cómo la masa, el pueblo, procesa la información política, para que esta «normalidad» se haga habitual, y llegue espontáneamente a lo cotidiano.

Nos quedan nuestros espacios familiares y los reductos seguros de pequeñas comunidades; y ante la incertidumbre,  tendemos que reaccionar con escepticismo, con la obvia desconfianza; se tiene que reactivar la economía en un contexto saludable, con el ejercicio de una «libertad responsable», sacando fortaleza moral de nuestro pasado colectivo, buscando en lo más íntimo de nuestra conciencia, ahí en ese lugar en que tenemos el amor a la mujer y a la familia, que se puede salir avante, y con nuestro ejemplo que suceda los cambios de hábitos de la población.

Si cambias tú, si cambiamos nosotros, ellos y aquellos tendrán que cambiar, o en su salud lo hallarán..!

Digo…

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Incursiona en géneros periodísticos, hace reportajes e investigación; es abogado, en “La Voz de Nayarit” como analista político. Los avatares del periodismo de opinión lo llevan al extinto “El Nayar”; posteriormente al revivir el diario como “Meridiano” es uno de sus columnistas principales. El gobierno de Celso Delgado y las organizaciones de periodistas le entregan el Premio Estatal de Periodismo 1993 en la modalidad de “Crónica”. Hace treinta y cinco años nace el periódico regional “Avance” y desde entonces es miembro de su página editorial como analista político. Pionero en Nayarit de periodismo en Internet, publica una página en la web “Crónicas del Sexenio”; se muda un par de años a Nuevo Vallarta y publica en los periódicos “Vallarta Opina” y “Nayarit Opina”. De regreso a Tepic incursiona en la Televisión pública como analista político. Establece una Consultoría Jurídica-Política y retoma el espacio en Internet, como periodista de opinión y reportero entrevistador.