-
Una revolución desconocida
-
El exitoso plan del imperio
En este disruptivo mes de septiembre debiera servir a los mexicanos inconformes para hacer un ejercicio cognitivo, apreciar la guerra de independencia y el proceso formativo de la nación mexicana en el siglo XIX; profundizar un tanto en la génesis de la revolución mexicana para entender sus fines últimos y las falacias que vive el pueblo de México al desconocer la verdad del porfiriato y su política que trajo 27 años de paz, y creó una época de orden y progreso.
Porfirio Díaz permitió los cacicazgos regionales a cambio de lealtad; se reconcilia con la iglesia y los conservadores; en este clima de paz la economía se recupera, minería, industria; las comunicaciones se desarrollan. México por vez primera se convierte en exportador de productos agrícolas, ganaderos; logra resolver el problema de la deuda externa.
El régimen porfirista fomentó el desarrollo artístico, científico; fundaron escuelas, teatros, museos, academias; se importaron capitales, inversiones de USA, Francia e Inglaterra crearon poderosas empresas en minería, agricultura, electricidad, petróleo, comercio y ferrocarriles; el primer “milagro mexicano”.
México emerge al inicio del siglo XX como una nación en vías de industrializarse, con sólidas inversiones sobre todo norteamericanas e inglesas; su moneda, el apreciado peso plata mexicano se cotizaba entre dos y tres dólares en la bolsa de valores de Nueva York; la ciudad de México se embellecía conforme a la cultura francesa, sus mejores militares iban a especializarse a Alemania, y por si fuera poco, entró en pláticas para concertar tratados con el imperio japonés que se expandía no solo en Asia.
Se fabricaban aviones para fumigar los campos agrícolas, y las haciendas evolucionaron constituyéndose en verdaderas unidades agrícolas y pecuarias de producción. Con un férreo control político, el país tenía orden y progreso, lo cual a las visiones estratégicas de los gobiernos inglés y norteamericano, México se convertiría en una amenaza geopolítica a sus intereses.
Y una de las leyes básicas de la geopolítica –a la manera en que la concibieron los precursores del imperialismo norteamericano y el nazismo alemán- señala que una potencia imperial no puede tolerar durante mucho tiempo la prosperidad económica de sus vecinos, pues pondría en peligro su seguridad y sus intereses, en ése tiempo de expansionismo de las dos naciones imperiales.
¿Qué hacer al respecto..? pues aunque parezca inverosímil esta narrativa, sus servicios de inteligencia planificaron e indujeron una revolución popular, la revolución mexicana, la cual con todos sus avatares, rompió de cuajo el modelo de desarrollo económico del porfiriato.
La agitación política contra la nueva reelección de Don Porfirio 1910-1916 culmina con el Plan de San Luis; comienza la lucha armada con los caudillos del norte, la flagrante intervención de la embajada norteamericana, la ingenuidad de Madero al aceptar los “Tratados de Ciudad Juárez” que ordena licenciar el ejército revolucionario y dejar incólume al del gobierno federal, es decir prevalece el porfiriato sin Don Porfirio.
Todo ocurre como una vorágine: la renuncia de Díaz, el interinato de Francisco León de la Barra, la elección de Madero; la decena trágica, las renuncias de Madero y Pino Suárez; los 56 minutos de la presidencia de Pedro Lascuráin con su primer y único acuerdo presidencial, nombra a Victoriano Huerta secretario de gobernación y su renuncia; el chacal es constitucionalmente presidente interino; a la medianoche del 22 de febrero de 1913 saca de la prisión al presidente Madero y a su vicepresidente Pino Suárez y sus esbirros los asesinan.
El levantamiento del gobernador porfirista de Coahuila, Venustiano Carranza y su ejército constitucionalista; la insurrección generalizada con los caudillos del norte y del sur; el 21 de abril de 1914 los marines gringos toman el puerto de Veracruz; la convención de Aguascalientes; la revolución se fractura, los bandos Carranza y Obregón, Villa y Zapata; el crimen del caudillo del sur; la muerte de Carranza; Obregón emerge como líder hasta que los sinarquistas lo matan en el restaurante “La Bombilla” conjurando así la reelección presidencial.
Los tratados de Bucareli impuestos al gobierno revolucionario por los americanos; el fin del caudillaje y la revolución hecha gobierno con el PNR, su evolución al PRM al PRI……, y ahora perfeccionado en Morena..!!
El mito mexicano se consolida, la guerra de independencia, la reforma, la constitución de 1857; la revolución mexicana y la Carta de Querétaro de 1917, sustento ideológico del “desarrollo estabilizador” y del nacionalismo revolucionario.
Este es, el más estremecedor septiembre de la patria; cuando han fraguado un régimen diferente, un México cuyo rostro aún no lo apreciamos en su cabalidad, cercenando instituciones, sin reparar en las perturbaciones económico sociales que vendrán…
Contacto.- cronicaslip@gmail.com