- Los fedatarios renovaron su directiva
- Unánime adhesión a los recién llegados
Son un gremio que no arma disturbios políticos o sociales; lo saben y lo practican, deben permanecer institucionales con el gobernador en turno, dada la trascendente responsabilidad que tienen encomendada, son depositarios de la facultad que tiene el Estado, dotarlos de facultades para darle autenticidad a los actos y negocios jurídicos que los particulares realizan en la multiplicidad de documentos que impone la sociedad en que vivimos.
Y sí, sus actividades son múltiples, por norma, la función notarial se extiende a todas las actividades no contenciosas; aunque algunos notarios de la vieja escuela, sabiéndose impunes, propician ilegalidades mayúsculas en asuntos sucesorios. Pero decíamos son un gremio de profesionales, que deben ser cuidadosos en extremo, los pecados los lavan en casa y siempre se presentan impolutos, bien planchados y vestidos para la solemnidad que requieren sus actos.
De esta manera, poco o nada trasciende en la renovación de su mesa directiva, llegan a la sesión de elección con el consentimiento ya consensado y todo es calmo, respetuoso y esperanzador; cada nueva directiva es la renovación de aspiraciones para mejorar su sede, para mejorar las funciones que el gobierno tiene a través de la Dirección del Notariado.
Y en esta tesitura llegaron los dilectos notarios el pasado viernes, con las adhesiones unánimes para José Luis García Basulto, un notario que tiene el Fiat otorgado al final del sexenio Rigoberto Ochoa, para Presidente del Colegio de Notarios del Estado de Nayarit, le acompañan Elmer de la Torre en la Secretaría y la Tesorería queda a cargo de la notario Natividad Samaniego; se conoció que previo al consenso en favor de García Basulto, solo hubo un vano intento de obtener la presidencia para este periodo, de un fedatario que tiene su sede en Bahía de Banderas.
José Luis, es un profesional del derecho con una experiencia acrisolada, desde joven se fraguó en la chinga del litigio cotidiano; tuvo una aleccionadora experiencia en el jurídico de la Delegación del IMSS de la entidad, en dónde tienen conflictos jurídicos de varias materias y preponderantemente de índole fiscal; al final del gobierno de Rigoberto, merced a su eficaz desempeño, fue presidente del Tribunal Superior de Justicia no uno, sino dos años, y le correspondió estar en la entrega del gobierno al beligerante gobernador entrante, Antonio Echevarría Domínguez, en aquella accidentada sesión del Congreso, el ahora presidente del Colegio de Notarios, se comportó con plena institucionalidad.
En su toma de posesión, leyó un bien elaborado mensaje, que retoma los principios de la herencia del notariado latino; y propuso acciones para fortalecer las funciones del Colegio y de las Notarías de la entidad; la propuesta de cursos de capacitación y actualización para los empleados de las notarías, fue bien recibida, dado que se pretende que en todas las notarías, se lleven a cabo sus funciones con un lenguaje común, y para que al homologar prácticas, se redunde en mejores servicios para los particulares que demandan sus servicios.
Destacamos los siguientes párrafos de su intervención:
«Mis compromisos son, los que asumí cuando tuve el privilegio de ser servidor público; una inquebrantable actitud de ser útil a las instituciones, a la sociedad, a mis amigos y a mi familia.
Soy parte de una generación intermedia de Abogados que hemos incursionado en el servicio público; hoy tenemos la presencia de nuestros maestros; y también la emergencia de los talentosos Abogados de esta nueva generación de Notarios públicos, que llegan a ser fedatarios con toda la legitimidad que se requiere.
Por eso, hoy, para mí es un privilegio encabezar este Colegio de Notarios, tengan ustedes la seguridad que me voy a empeñar en mis funciones para dignificar el gremio de fedatarios y recuperar el estadio social y político que le pertenece.»
Presidente de Notarios habemus…
