Por: Surya Palacios (*)
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Por qué es matemáticamente imposible votar a todos los jueces y magistrados?
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Tal y como está la iniciativa del presidente, solo en la CDMX se necesitaría que las casillas funcionen 24 horas sin descanso durante 8 días completos.
Si vives en la Ciudad de México, imagina un libro que en sus páginas contenga los nombres y fotografías de 2,214 candidatos de entre los que tú debes elegir a 369 jueces y magistrados. ¿Cuánto tiempo tendrías que permanecer de pie en la mampara de tu casilla para poder seleccionar a este número de juzgadores?
¿Cuántas horas te tomaría votar en Jalisco donde habría 816 candidatos, en Nuevo León con 534 aspirantes, o en el Estado de México con 774 contendientes?, ¿Cuántos días se requieren para que en cada mesa de votación puedan sufragar los electores de la Lista Nominal correspondiente, y luego los funcionarios de casilla cuenten los votos y llenen las actas de escrutinio?
Todas estas preguntas sí tienen una respuesta: Es humana y matemáticamente imposible que los titulares de Juzgados y Tribunales se elijan “de manera directa y secreta por la ciudadanía el primer domingo de junio”, en las elecciones ordinarias del año que corresponda, tal y como lo plantea la iniciativa de reforma al Poder Judicial de la Federación (PJF) del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La propuesta, además de que pretende convertir a una institución técnica en un órgano de representación popular, politizando la función jurisdiccional, denota un profundo desconocimiento de la integración de los órganos jurisdiccionales a nivel federal.
El documento, enviado por el mandatario a la Cámara de Diputados el pasado 5 de febrero, establece que, en cada Circuito Judicial, de los 32 que existen en el país, se elegirán magistrados y jueces federales (de Distrito) de la siguiente forma:
Cada uno de los Poderes de la Unión postulará hasta dos personas de manera paritaria para cada cargo.
- El Poder Ejecutivo lo hará por conducto de su titular (la presidencia)
- El Poder Legislativo postulará a una persona por cada Cámara (Senado y Diputados)
- El Poder Judicial, por conducto del Pleno de la Suprema Corte.
Esto significa que, para cada puesto, habría seis candidatos.
Con esto, solo en la Ciudad de México habría que elegir a 81 jueces y a 288 magistrados, es decir, a 369 juzgadores que en conjunto integran los 177 órganos jurisdiccionales federales que hay en la capital del país, de los cuales 81 son Juzgados de Distrito de distintas materias, que tienen un solo juez titular; 92 son Tribunales Colegiados, con 3 integrantes cada uno; y 4 son Plenos Regionales en los que laboran tres magistrados por cada pleno.
Esto significa que solo en el Primer Circuito, correspondiente a la Ciudad de México, habría 2,214 candidatos para seleccionar a 369 juzgadores.
Evidentemente las candidaturas no podrían figurar en boletas similares a las que se utilizan en los comicios ordinarios. En realidad, tendría que ser un libro -para cada elector- de al menos 177 páginas, una por cada órgano jurisdiccional.
No hay tiempo que alcance
Con esto, si en cada casilla hay una Lista Nominal de 1,000 electores, para cada mesa de votación se tendrían que imprimir 1,000 libros de 177 páginas, dando un total de 177,000 hojas de votación. A estas deben agregarse las 4 actas que por cada elección deben llenar los funcionarios de casilla.
Así, estos últimos, sin considerar los sufragios de las demás elecciones ordinarias, tendrían que contar los votos de los candidatos a jueces y magistrados, y después completar la información de estos en 708 actas en cada una de las mesas de votación.
Ahora bien, siendo optimistas, si en promedio una persona tarda en votar unos 3 minutos en elecciones en las que al ciudadano se le dan seis boletas, para elegir a los jueces y magistrados, al elector le tomaría sufragar alrededor de 88 minutos. Sí, casi una hora y media de pie en la mampara.
Si hay tres mamparas en cada casilla, cada 88 minutos votarían 3 ciudadanos: Con una participación baja de solo el 40% de la Lista Nominal, se necesitaría que las mesas de votación en la Ciudad de México funcionen de manera ininterrumpida durante 195 horas, es decir, ocho días completos sin descanso.
Las casillas no pueden cerrar y continuar otro día porque con ello se incumple con el principio de certeza que rige a los comicios.
Nadie está obligado a lo imposible
Podría decirse que, en una legislación secundaria, sería factible establecer elecciones escalonadas, por cada uno de los órganos jurisdiccionales. Esto, de entrada, significa modificar la iniciativa del presidente que dispone que la elección de jueces y magistrados debe hacerse el primer domingo de junio, como parte de las elecciones ordinarias.
Además, sin considerar a los ministros de la Suprema Corte y a los magistrados del Tribunal Electoral, en México hay un total de 447 Juzgados, 409 Tribunales y 8 Plenos de Circuito, que suman 864 instituciones, para las que se postularían 10,188 candidatos, ya que en total habría 1,698 puestos en disputa.
Si se planteara elegir a los integrantes de 3 órganos jurisdiccionales en un solo domingo en cada uno de los 32 Circuitos Judiciales del país, necesitaríamos 288 domingos.
Como cada año no bisiesto tiene 52 domingos, para completar la elección de todos los titulares de Juzgados y Tribunales del país se necesitaría celebrar comicios, de manera ininterrumpida, todos los domingos de cada semana durante poco más de 5 años.
Como en el derecho, y en la vida en general, nadie está obligado a lo imposible, lo que en realidad se pretende con esta reforma es que muy pocos electores voten, con una orientación previa, a los jueces y magistrados que postule la presidencia.
(*) Surya Palacios
Periodista y abogada, especialista en análisis jurídico y de derechos humanos. Ha sido reportera, conductora de radio y editora.
(publicado en Alto Nivel, con autorización de su autora)