- El 84% de las servidoras judiciales, son madres; valioso recurso humano
- Rocío Esther González García en acto cívico mensual del PJE
En el cumplimiento de la liturgia cívica, en el poder judicial se inserta una efeméride que socialmente es ampliamente aceptada por la ciudadanía; ayer, se ponderó la presencia de las madres de familia en un amplio porcentaje de las servidoras de la institución.
El 84% de las mujeres que laboran en el Poder Judicial de Nayarit son madres de familia, por lo cual es muy significativo el trabajo e importancia de tan valioso recurso humano que tiene el más amplio reconocimiento de las autoridades judiciales, indicó la magistrada Rocío Esther González García en el acto cívico mensual del personal de esa institución y el cual fue presidido por el magistrado Ismael González Parra.
«Combinar la responsabilidad de ser madres con su vocación de servicio judicial, las hace merecedoras de todo el respeto, cariño y admiración de quienes laboramos con ustedes», expresó la Magistrada de la Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia.
Dijo que, «en el Poder Judicial nos sentimos honrados de contar con mujeres y hombres que día a día, con su esfuerzo, contribuyen al fortalecimiento de la paz social».
Y señaló: «Debemos reconocer que las acciones realizadas por los Plenos del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura son enfocadas al desarrollo institucional y de sus trabajadores: garantías en la designación de Jueces, cursos de preparación para cargos de carrera judicial, capacitación constante, dignificación de sueldos y espacios, incentivos por productividad, transparencia en la información, son algunas de muchas acciones pensadas en beneficio de quienes laboramos en la institución y de los justiciables».
Para el Poder Judicial, el bienestar de los trabajadores y sus familias también es prioridad; «por ello reconocemos el empeño realizado por el Voluntariado que coordina la señora María Guadalupe Ibarra Douglas no sólo en las labores altruistas cuando se ha necesitado de nuestra solidaridad y participación, sino en el festejo a los niños y próximamente a las madres y a los padres, porque el lado humano y la convivencia también dan motivo y preservan la unidad de nuestra institución».