El congreso del Estado, es el espacio en dónde confluyen los intereses controvertidos de los partidos políticos, una larga cadena de pedigüeños de todo tipo, el clientelismo lacerante, que muestra las llagas de nuestra sociedad, y de aquellos que han hecho el modus vivendi de esta actividad; que, les representa a los legisladores, justificar las decenas de miles de pesos que reciben mensualmente por estos conceptos; y así vemos casos de diputados y diputadas atentos con el peticionario; y otros, de plano se hacen invisibles.
Hemos visto, de manera paulatina el cómo le van agarrando al oficio, tanto el diputado presidente como los integrantes de las bancadas; el día de ayer, luego del ominoso trámite de la liturgia diaria, por fin se apreciaron expresiones políticas contradictorias; inició el diputado y coordinador de la bancada del Pan, Ramón cambero, quién aprovechó sus diez minutos para hacer una acre denuncia en contra del gobernador Roberto Sandoval, a quién nunca le dijo por su nombre, por “el avasallamiento financiero que está haciendo sobre el municipio de Tepic”
Señaló el panista que no obstante los años previos de experiencia como diputado, luego presidente municipal, y ahora el poder ejecutivo estatal, no se haya aprendido el respeto a los niveles de gobierno y se manipule la entrega de las participaciones a los ayuntamientos; con ese singular método de darle vueltas a los argumentos, de una u otra forma, Cambero puso banderillas ardientes en el poder ejecutivo de la entidad.
Llamó al final, al diálogo y a la conciliación, proponiendo una mesa de diálogo entre el poder estatal y los ayuntamientos, para analizar todo lo referente a las participaciones federales para una mejor convivencia de los poderes municipales con el estatal, no obstante el origen partidario de cada cual.
La perredista Sonia Ibarra, les ganó el pedimento “para hechos” a los priístas y subió a la tribuna para exponer un inextricable discurso sobre temas varios que no impactó a sus pares ni a los ahí presentes.
Siguió en la tribuna el joven Héctor Santana, quien hizo una especie de defensa del poder ejecutivo, señalando que ellos, que vienen al congreso por el poder de los votos, saben de la realidad que se vive en los municipios (la obviedad de la referencia, sobre el origen plurinominal del panista), llamando a la comprensión y al entendimiento de lo que son hoy las finanzas públicas de los tres niveles de gobierno. Fue un discurso que tendió a ser conciliador, con una lene defensa implícita del gobernante.
Este lance del pudoroso panista, que camufló sus imputaciones de mal manejo de los recursos federales –por parte del ejecutivo estatal- que le corresponden a los ayuntamientos, sienta las bases de lo que es la contienda en el seno del congreso, son voces que no serán calladas, y deben saber los priístas que se impone un escenario de contienda, para el cual deben de prepararse, no basta el voluntarismo y la servidumbre al gobernante; requieren de cultura, astucia e inteligencia argumentativa.
Cosas que, desde luego no se dan en maceta; tampoco existe cultura en píldoras, es todo un proceso de estudio y capacitación, al cual deben enfrentarse, so pena de seguir siendo pasto de los artilugios verbales de los diputados de oposición. Digo…
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