- Solicita Congreso que Nayarit no aplique el horario de verano
- El diputado Rodolfo Pedroza Ramírez argumenta que el ahorro de energía no representa un avance considerable
El horario de verano en México se estableció conforme a los supuestos y la conveniencia de que vivimos una nueva realidad económica, que involucra un ahorro de energía mediante el aprovechamiento de la luz natural, y sobre todo para tener homogeneidad de los tiempos con los países con los que nuestro país tiene acuerdos comerciales, específicamente las transacciones financieras y los viajes con los Estados Unidos de América.
Desde luego, que no se ha podido romper la inercia de la costumbre en muchas partes del país, y se han generado muchas protestas sociales, es pues necesario conocer a cabalidad si para la ciudadanía deveras de ahorra energía y sus efectos colaterales en las actividades productivas cotidianas.
En otras entidades que se han separado de la actual vigencia del cómo manejamos el tiempo de nuestro husos horarios, se logró por una fuerte contradicción con el gobierno central y como muestra de la autonomía política de sus gobiernos.
Empero no podemos ignorar que vivimos en una economía global y que es menester sincronizar tiempos y los movimientos de las actividades económicas, flujos de capital y el uso de los recursos productivos en el entorno mundial; es en este contexto que se debe justificar y entender la aplicación en México del horario de verano.
La política macroeconómica diseñada por el gobierno federal obliga a sincronizar horarios internacionales que, al menos en los ciudadanos de Nayarit, difícilmente podemos encontrar que le producen bienestar y beneficios económicos tangibles; salvo la monserga de despertarse más temprano, que implica el desajuste de nuestro reloj biológico.
Este impacto en el comportamiento humano, como la alimentación, la seguridad pública y la reorganización de la vida familiar no se ha traducido en un ahorro real del gasto monetario del pago a la energía que utilizan las familias; por ende, este horario carece del apoyo y del respaldo de la sociedad en general.
Las molestias de levantarse más temprano, no es un suficiente estímulo para apoyar este horario, mas aún si se trata de sacrificar horas de sueño o de solaz familiar, que no se compensan en el ingreso diario con incrementos salariales o con la disminución de gastos personales, frente a un ahorro imperceptible en el gasto de la energía que a diario consumimos en nuestros hogares y negocios.
Por éstas y otras poderosas razones, el día de ayer, los diputados integrantes de la XXXII legislatura del Congreso del Estado de Nayarit, al frente de su presidente Polo Domínguez tomaron un histórico acuerdo; responden a sus electores lo que antes era impensado; ir en contra de una determinación del gobierno de la república; he aquí la información:
Atendiendo una demanda ciudadana sobre la inconformidad en el cambio de horario de verano, en Sesión Pública Ordinaria del Congreso del Estado se aprobó por unanimidad enviar de manera formal al Congreso de la Unión el acuerdo para que se reforme el decreto en el que se establece el horario estacional que se aplica en el país para dejar a Nayarit exento.
Además, no se han presentado resultados que exhiban de manera clara, objetiva y contundente el ahorro generado; estudios científicos, han concluido que el cambio de horario durante el verano en México genera fatiga crónica, cansancio y especialmente provoca trastornos de sueño, que impacta en la vida diaria de las personas, se señala en este acuerdo enviado al Congreso de la Unión.
En la Ley del Sistema de Horario en los Estados Unidos Mexicanos, los horarios se encuentran divididos en las zonas noroeste, sureste, pacífico y centro, en las que se establece el horario de verano, que inicia el primer domingo de abril y concluye el último domingo de octubre.
Esperemos el impacto y el tono de la respuesta.