A partir de este miércoles 21 de agosto se oficializó la suspensión de labores jurisdiccionales de manera indefinida en todo el país en el Poder Judicial de la Federación.
Por lo tanto, magistrados, jueces y trabajadores en el estado permanecen en paro, por lo que únicamente se atienden asuntos prioritarios, así quedó asentado mediante un manifiesto al que dio lectura Paulina Cisneros Najar, jueza cuarta de Distrito en materia de amparo civil, administrativo y de juicios federales en Tepic, Nayarit.
“Este intento que se ejerce a través de la reforma, de concentración del poder en una sola persona no sólo es una afrenta directa a la independencia judicial, sino también constituye un golpe mortal a la democracia que tantos, antes que nosotros lucharon por establecer y proteger.
“La historia nos ha enseñado que cuando el poder se concreta en manos de unos pocos, la justicia se convierte en un instrumento de opresión y los derechos de los ciudadanos quedan relegados al capricho de quienes sustentan el poder. Esta reforma, que bajo el velo de una supuesta modernización del Poder Judicial Federal busca centralizar el poder, pone en riesgo no sólo la independencia de los jueces, sino también el bienestar de nuestra sociedad en su conjunto. La independencia judicial no es un privilegio de los jueces, es una garantía para todo el pueblo y para todos los ciudadanos. Sin esta independencia judicial el Poder Judicial Federal se convierte en brazo del Poder Ejecutivo y la justicia en una farsa. Esta reforma no sólo amenaza la justicia, amenaza la estabilidad misma de nuestra nación sin una justicia independiente; las inversiones se verán afectadas, la confianza en nuestras instituciones se desmoronan y los derechos humanos quedarán a merced de una maquinaria estatal centralizada y autoritaria”.
Explicó que el país se encamina hacia una crisis constitucional sin precedentes, una crisis que de no ser atendida dejará cicatrices profundas en nuestro tejido social: “Por estas razones hemos decidido junto a cientos de personas juzgadoras, comprometidas con la justicia, la suspensión de labores jurisdiccionales de manera indefinida en todo el país a partir del día 21 de agosto, como un acto legítimo de resistencia contra esta reforma y hasta que esta sea desechada, esto para dar paso a la construcción de una reforma integral del sistema de justicia, a la que sin duda alguna nos sumaremos, esta acción no es tomada a la ligera, es una medida extrema en respuesta a la una amenaza extrema, no nos podemos quedar de brazos cruzados, mientras se desmantelan los principios que juramos proteger.
“Hago un llamado a todos mis colegas jueces y magistrados, a todos los operadores de justicia, a la sociedad civil en general ya cada ciudadano consciente de lo que en esta reforma está en juego, unámonos en defensa de nuestra democracia, hoy más que nunca es imperativo que defendamos la división de poderes y la independencia judicial, no sólo por nosotros sino por las generaciones futuras; el futuro de nuestro país esté en juego y no permitiremos que la justicia sea sacrificada en el altar del poder. Como jueces federales nuestra lealtad es y siempre será con la justicia, con la verdad, y con los derechos innegables de todos los ciudadanos de éste pueblo”.