Por Luis Ignacio Palacios
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Geraldine Ponce anuncia de su remodelación
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Clima de discordia entre los comerciantes afectados
Esta avenida, ubicada en el poniente y un tanto al sur de nuestra ciudad, ha tenido un crecimiento expotencial, inusual y sin planeación alguna; hoy constituye con los negocios del poniente de la avenida Insurgentes el principal sitio gastronómico y de los que hoy llaman “antros”, lugares de música, alcohol y entretenimiento de nuestra ciudad capital.
Si hace cincuenta años apenas tenía unas tres cuadras de construcciones, y se vendían sus lotes en 10 mil pesos, paulatinamente fue creciendo con casas habitación, y sus primeros abarrotes se transformaron en las tiendas de servicios; quedan pocos de los primeros restaurantes que se instalaron, ahora se tienen muchos y casi todos de excelencia.
La dinámica social en búsqueda de buena comida, bebida, atenciones y servicio han hecho de esta avenida quizás la zona de Tepic más atractiva para negocios de todo tipo; y el gobierno del Estado anterior, sin empatía alguna quiso imponer un ambicioso proyecto de remodelación que implicaba un paso a desnivel en el cruce de las avenidas Insurgentes y Jacarandas, ampliar las banquetas como zona peatonal, poner jardineras, mantener el camellón central y con solo carril de circulación hacia el Libramiento.
Como muchas de las acciones fallidas de Toño Echevarría, esta no tuvo eco en los comerciantes que protestaron por una poderosa razón, quitarían el estacionamiento y el temor afloró, se les caería su clientela.
Ahí se tienen instalados, farmacias, tintorerías, lavanderías, tacos de todo tipo, tortas, hotdog´s, helados, tiendas de regalos, restaurantes de carnes –el de Germán insuperable!- comida japonesa, comida china; comida de mariscos, comida italiana; bares misteriosos de música cubana y para adultos de mente amplia; licorerías, salones de fiestas, consultorios médicos, tlapalerías, ferreterías, talleres, lavacarros y el edificio de la Seder.
Y como sucede en todo Tepic, es una bronca estacionarse.! No hay lugares.
Ahora, la presidente municipal Geraldine Ponce, recién anuncia su proyecto de remodelar esta importante rúa comercial; y no sabemos si existe una adecuada información para con los propietarios de los inmuebles y de los negocios ahí instalados; ya desde este anuncio surge la discordia entre los comerciantes; y es que la gente de Tepic, no sabe caminar, para ir a la tienda de la esquina tiene que utilizar el carro.
Y los comerciantes tienen ideas y actitudes conformistas, prefieren estar así, con problemas de abasto de agua, con drenajes colapsados a que se hagan obras que remedien y embellezcan el entorno de la avenida, piensan de inmediato en el lucro, el fin primero y último de todo comercio.
Todas las calles que desembocan a la avenida Jacarandas son de zona residencial y no existe posibilidad alguna de hacer estacionamientos aledaños; hemos de ver si ahora Geraldine o su gerente son capaces de operar el proyecto y saber venderle la idea a los irredentos comerciantes.
Todas las grandes ciudades del mundo que tienen zonas comerciales atractivas, cuentan con zona peatonal y de restricciones automotrices; esperemos si en este caso puede el Ayuntamiento lo que no pudo hacer el gobierno del Estado de la anterior administración.
O seguiremos siendo el rancho que crece de manera desordenada y anárquica.
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