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Jorge Romero, electo líder nacional
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Cambio de 180°
Un partido político que tiene una larga historia, concebido y creado por un grupo de notables mexicanos que se opusieron desde hace 85 años a la liturgia política de la revolución mexicana institucionalizada con el partido de Estado; durante lustros sufrieron el autoritarismo del gobierno mexicano cuyo ejercicio –al menos en lo formal- mantenía un escenario de democracia política y partidaria.
Ante el Tsunami político que es Morena y sus formas autoritarias de alcanzar el poder y la destrucción de las instituciones que le daban forma al Estado democrático de derecho, con un escenario nacional en contra, Acción Nacional realiza sus elecciones internas con sus peculiares características y surge un líder con una muy clara y fresca propuesta de lo que se debe de hacer para sobrevivir en un sistema como el que construye Morena; y de paso proponer un liderazgo opositor.
Con un PRI desdibujado, víctima de sus propios liderazgos que se han mantenido sin el consenso de su ya alejada militancia; hoy Jorge Romero surge a nivel nacional como el combativo líder de un marcado estamento de la sociedad mexicana que no votó por el oficialismo y que se pronuncia por la apertura total del PAN a la ciudadanía en general.
Proclama que contrasta con su tradición de ser exclusivos y excluyentes, como sucede en Nayarit, que desde hace lustros sus beneficiarios han sido una singular camarilla, cuya característica principal es su alianza lacayuna con el gobernador en turno; tal como lo demostraron sus diputados en el pasado evento del Tercer informe del gobernador, en dónde todos los diputados de la XXXIV legislatura fueron una obsequiosa alfombra para Miguel Ángel.
Ante el totalitarismo de Morena, el PAN con todo y actitudes excluyentes de sus dirigentes estatales, representa para millones de mexicanos -que ven azorados las acciones del oficialismo para constituir un régimen que linda con lo dictatorial- el único partido para llevar a cabo una larga y difícil oposición, con movilizaciones e integración de los ciudadanos, para la tarea inmediata, ganar las elecciones próximas las de mitad del sexenio que se renueva el poder legislativo.
Para tales retos, se va requerir de una verdadera apertura partidaria, quitarle los privilegios de manejar los dineros que no son pocos y que reciben los partidos del gobierno federal, no será una tarea fácil; los panistas en Nayarit han sido una cómoda oposición, no tienen vocación para utilizar la tribuna del congreso como un instrumento de agitación política.
Se han contentado con recibir las canojías electorales, distribuirse las posiciones plurinominales y mantenerse quietos, sin hacer acciones políticas para la lucha política como lo debiera ser su naturaleza de un partido que es una opción diferente para el electorado.
Tienen ahora estos panistas, con Jorge Romero como su líder nacional, la espléndida oportunidad de ser un verdadero partido de oposición, aprovechando la inocultable irritación y enojo que prevalece en grandes segmentos de la sociedad, ante la avalancha autoritaria de Morena.
Una tarea que será sin duda dificultosa, porque los primeros obstáculos son sus propios dirigentes de los comités estatales; hemos de ver pues, de que madera están hechos los panistas, si son capaces de emocionar al pueblo de México que no está de acuerdo con las formas de gobernar del oficialismo.
Hemos de ver…
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