Maquiavelo, ese insigne florentino del renacimiento italiano, decía que “la traición política, es, el único acto de los hombres que no se justifica..”; su texto nos lo indica, señaló que la traición política “es uno de los actos mas execrables, ruines y vergonzosos que un ser humano puede cometer contra otro..” y en las ambiciones desplegadas del quehacer político, esto, es cosa común, ya no nos extraña.
Ahora que vivimos en la sociedad digital, ha resultado relativamente sencillo, que un atajo de neo opinadores, se troquen en supuestos periodistas de opinión o “ifluencer´s” como se les define, emerjan como la conciencia crítica de nuestra sociedad y sus políticos.
Hace unos días, en la red social del FB, manos traidoras hicieron un mal uso de las páginas del doctor Miguel Ángel Navarro Quintero, presentaron a un político simple y ramplón irrumpiendo en la web con lenguaje sibilino, simplista, con ambiciones cortoplacistas; ello trajo repercusiones inadecuadas, el público usuario de las redes, en su mayoría, cree a pie juntillas las estupideces que se afirman, pertenecen a los políticos en ristre.
Vivimos la sociedad digital, en donde la contumacia y la difamación es cosa común; y un personaje como Miguel Ángel, que tiene un patrimonio político y un reconocimiento social perfectamente consolidado en la entidad, usurpar su personalidad, fue una muestra de la traición perversa de quien o quienes en su espíritu débil y timorato, pretendieron desprestigiar al pugüeño con la publicación de dislates sobre su persona y del panorama actual del escenario político electoral.
Navarro Quintero, está escribiendo la propuesta de desarrollo social y de salud de la campaña presidencial de López Obrador, y opera las inherentes cuestiones de corregir yerros en el partido que lo propuso a candidato a gobernar la entidad; Morena, como todo partido contestatario y de nuevo cuño, atraviesa por el territorio de las ambiciones personales, de personajes de baja ralea, que llegan a la dirigencia de los partidos de manera burocrática o coyuntural.
Resultó infructuoso el intento de desprestigiar la figura acrisolada del galeno; en el tejido social, en los intelectuales, los universitarios y en Juan Pueblo, la bazofia de los comunicados cumplieron su objetivo, evidenciar que la traición política permea en todos los espacios de la política.
Los actos de traición, a menudo hacen que los traidores paguen un alto precio por dicho acto, y este es, el peor de los escenarios posibles, cuando en unos cuantos meses se tiene que discernir, los nombres de las dos mujeres y un varón que serán los candidatos plurinominales por esta circunscripción para contender por las diputaciones federales de RP.
LAS NUEVAS CANDIDATURAS
En los prolegómenos a la siguiente campaña electoral, para la renovación del legislativo federal, todos los partidos están recomponiéndose; y en Nayarit, se aprovecha el resultado de los comicios estatales del pasado mes de junio, para posicionar a los posibles en las listas de RP para contender por sus siglas.
Y desde luego, en este contexto, la figura de Miguel Ángel Navarro, es importante, por el peso específico de su nombre, por su experiencia y patrimonio político que es reconocido por propios y extraños en los centros del poder político y partidario de nuestro país.
Sin duda, estará en el Senado en la próxima legislatura.
De ahí se explica la intencionalidad de los traidores que mal utilizaron los portales de la internet para pretender el desprestigio o una vana calificación de la persona del ex candidato de Morena al gobierno estatal.
Los políticos actuales, algunos experimentados y otros improvisados, viven en una permanente tensión entre los ideales que sus partidos preconizan y la realidad; este caso, es la muestra de la desesperación de aspirantes a políticos para posicionarse en las luchas internas de sus partidos, de cara al proceso de elecciones federales que vienen.
Es de sobra conocido que la salud democrática de una nación depende de la calidad ética de sus ciudadanos y, en especial, de sus políticos; si el mecanismo de su formación política siempre ha estado a cargo de los partidos, hoy hemos de ver que los partidos nos salen debiendo a la sociedad; la responsabilidad de que sus dirigentes deben convertirse en guardianes de la legalidad del Estado, sin duda ha estado ausente.
De ahí el porqué es procedente la exigencia política que tiene Miguel Ángel; y la permanencia de su figura y de su prestigio político; su honestidad, la austeridad y su vocación de servicio son actitudes básicas que todos los ciudadanos le reconocen como valiosas, independientemente de las opciones partidarias que hoy defiende.
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