En su sincretismo político Roberto Sandoval tiene la concepción de que la procuración de justicia, va aparejada con las funciones de seguridad pública, y ello, ha sido superado desde hace lustros, de ahí la dicotomía de los órganos del Estado, una Procuraduría –o Fiscalía- que es la responsable de la representación del Ministerio Público y de todas las acciones inherentes a las funciones jurídicas que le establecen el Código Nacional de Procedimientos Penales.
Y una Secretaría de Seguridad Pública, responsable de combatir y prevenir la delincuencia y al crimen organizado, cuyos elementos en su accionar están sujetos a la institución del Ministerio Público; es decir todo el ejercicio de la acción punitiva de los agentes del MP, todo el ámbito de las soluciones alternas de los conflictos derivados de hechos punibles antes de la consignación, y todo el accionar en los juicios orales le corresponde a la Fiscalía; y todo lo policiáco y de seguridad pública a la Secretaría.
En Nayarit, con la llegada de Edgar Veytia a la Procuraduría, en su persona de facto, quedaron a cargo todas las funciones de las dos dependencias; además que ejercía funciones de supervisión en el Cereso y la Dirección de Tránsito estatal; que fueron eficaces, no puede negarse; empero esta hibridez tarde que temprano debería de modificarse. Hoy es el tiempo para hacerlo.
La aprehensión del fiscal general, es un obús que pega en la línea de flotación del gobierno estatal y como lógico corolario, a la campaña del candidato del PRI, Manuel Cota, y tiempo es, que junto con el control de daños que está haciendo Roberto, alguien tiene que decirle cuál es la directriz nacional, la separación de la procuración de justicia de las labores policiácas está diseñado para abatir la corrupción y construir un sistema de estricto derecho.
Con su nombramiento de Fiscal general ya consolidado, en una ocasión le pregunté a Veytia, cómo le hacía para descansar, para limpiar la mente luego de sus largas jornadas de trabajo “aquí no solo eres el fiscal general, de facto eres el secretario de seguridad pública, el jefe de peritos, el comandante de la policía Nayarit y el jefe de los comandos para eliminar delincuentes, el titular de la oficina de orientación y quejas, el supervisor del jurídico; y el cuasi director de la penal ; y si no bebes ni te drogas.., cómo le haces Güero..?” concluí mi pregunta con una alusión impublicable, sobre sus colaboradores.
Edgar, se rió de mi ocurrencia; pero luego serio, entrecerrando los ojos me dijo que en todos sus actos, sólo tenía como premisa servir al gobernador, que lo demás pasa a segundo plano, “no le puedo fallar a mi compadre, a costa de mi propia vida..”.
Así actuaba el Güero, con sincretismo eficaz, absorbiendo facultades de la SSP y manejando la Fiscalía y la dirección del Cereso con mano de hierro. Era un mantra, en toda conferencia de prensa o participación en actos, lo primero que hacía era el reconocimiento extremo al gobernador Sandoval, otorgándole todo el crédito político de la hazaña de haber pacificado a Nayarit.
CONTROL DE DAÑOS
A Roberto no le quedaba de otra, dar la cara ante la comentocracia que, como buitres y censores extremos de todo lo que sucede en la vida pública de México y sus Estados, echaron las campanas a vuelo condenaron al inculpado antes de conocer la imputación del fiscal de NY; es su obligación, empero se encontró que al haber permitido tamañas reformas legales que hacen en Nayarit, la figura del Fiscal General sea de un súper funcionario, autónomo y además con las atribuciones para nombrar al fiscal anticorrupción, le impiden orgánicamente meter mano y nombrar al encargado del despacho de la FGE.
Se debe cumplir con el marco legal aprobado y circunstancialmente quién suple las ausencias definitivas del fiscal es el titular de la Dirección general de investigación que está a cargo de un excelente Abogado, serio, capaz, con experiencia, nada frívolo y con una carrera de años que respaldan su prestigio, me refiero a José Manuel Delgadillo, quien tiene suficientes méritos no solo para ser un eficiente suplente, sino para ser el titular en esta dependencia que con lo ocurrido tiene impactados a sus integrantes.
Dada la coyuntura política que se genera con la detención de Veytia, al gobernador Sandoval le queda poco espacio de maniobra, lo deseable es que deje cumplir el presupuesto legal, y que Delgadillo asuma la fiscalía, como una vacatio legis hasta el término de su sexenio; que no lo cieguen sus ambiciones transexenales, con la inducción a su incondicional congreso para iniciar el proceso de sustitución para que otro letrado termine el mandato, el que resultare designado tendría la mácula de su gobierno.
Por simple pudor político ya con el anuncio de los diputados, deberá optar por la fracción I y no la IV del numeral 94 de la carta local, adicionada el 14 de enero de este año, ya se generó bastante escarnio con la detención del Güero.
El descrédito de las funciones sustantivas de la FGE se abundará si no se recompone tomando como base la norma orgánica que la rige. Y se impone la reforma, para que la Policía Nayarit, pase a la SSP.
Grave condición priva en el foro local, en la FGE los funcionarios de investigación y los agentes del MP, así como la unidad de medidas alternas, deben dinamizarse para responder de manera institucional a la sociedad que reclama justicia ante la agresión, el daño o su derecho vulnerado; tiempo es, que se lleve a cabo en la práctica la verdadera dicotomía de la procuración de justicia con las funciones extremas de seguridad pública, a quienes les compete el combate a la delincuencia.
No puedo concebir que teniendo tanto Abogado, máster y doctores en derecho no se atrevan a informarle a Roberto la interpretación jurídica veraz de este tema, para evitarle un yerro político, que a todas luces es innecesario, bastantes problemas le han surgido para un exitoso cierre de sexenio.
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