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Con el impacto que ha tenido la pandemia que sufre la sociedad, todos los esfuerzos gubernamentales son paliativos y la capacidad de respuesta del sistema de salud del gobierno de Nayarit, está peligrosamente llegando a niveles críticos; pese a la contingencia, no se han detenido las respuestas de los órdenes de gobierno y en el legislativo hemos constatado que, a la par de sus labores sustantivas realizan acciones humanitarias.
El asunto es que ya estamos en los prolegómenos del tiempo pre electoral, y el diputado presidente aparece como uno de los políticos más destacados del actual bloque del poder de este gobierno, para tener la oportunidad de ser depositario de la ansiada candidatura a gobernador, por su partido y los otros partidos que le siguen coaligados.
Hoy Polo Domínguez, es un activo hacedor de comunicaciones mayoritariamente en la red social de Facebook, y aunque tiene cuenta en Twitter, son relativamente pocos los mensajes que ahí posiciona; y en este contexto, hemos de ver que para desarrollar una pre y campaña exitosa se requiere subirse al siguiente escalón, la comunicación 2.0.
Las redes sociales se convirtieron en un canal de enorme importancia para las campañas políticas, dado que tiene múltiples beneficios, como son el mejorar el conocimiento y comunicación con la ciudadanía y en especial de los electores, con las figuras de políticos en el contexto de procesos electorales.
Usadas adecuadamente, las Redes Sociales permiten al político llegar de forma directa a la ciudadanía sin la participación de los periodistas. Y se debe reconocer que ahora en esta temporada de excepción que vive la sociedad, la cantidad de personas presentes en redes sociales crece todos los días.
Con un buen diseño, las Redes Sociales permiten a los políticos dar un tratamiento personalizado a su audiencia, y ello reclama un ejercicio de estudio previo del target, para conocer el universo de contactos en redes.
Por el cúmulo de trabajo encima, el galeno solo participa como un emisor de su información, ignoro si tiene ya un equipo que le maneje los registros del impacto de sus comunicaciones en redes; de ahí que, siendo el político que tiene en este momento mayor presencia en estos medios digitales, si se toma en consideración que sus adversarios serán el senador Miguel Ángel Navarro, por parte de lo que se considera la aplanadora de MORENA y posiblemente Manuel Cota, si logra revivir al PRI histórico que ha permanecido en estado vegetativo bajo el actual gobierno.
Polo Domínguez, debe paulatinamente abandonar la mesura institucional avanzar en un modelo de marketing; así, requiere de una comunicación bidireccional; para tener una interacción constante con dos o más personas a la vez, de esta manera potencia su imagen, al gestionar acciones 2.0 de forma eficiente genera empatía.
Potencia el activismo de sus simpatizantes, facilitando la organización de movimientos sociales y políticos; y puede crear su propia comunidad al generar compromisos y fidelización a su figura y propuestas.
Antes de hablar de definiciones de precampaña, no solo Polo Domínguez, sino todos los políticos de todos los partidos políticos tienen que definir los objetivos de su comunicación política digital.
Valga el Perogrulo, comencemos por el principio, el primer paso para definir una estrategia de redes sociales para un político o funcionario público es determinar los objetivos de dicha estrategia. Dado que existen varios objetivos posibles entre los que se encuentran:
Utilizar un canal de propagación de la información de lo que sucede en las acciones de gestoría y donaciones –como hace Polo Domínguez– o de su gestión pública, como lo lleva a cabo Miguel Ángel Navarro.
Incrementar, mejorando la reputación del político o funcionario público.
Aumentar la visibilidad del funcionario público, aumentando la sensación de cercanía con la comunidad; lo que permite incrementar el conocimiento de la audiencia a través de una escucha activa. Y algo que pocos políticos conocen, saber utilizar el Crowdsourcing (democracia participativa) para que la audiencia participe en la construcción de propuestas de la campaña.
En fin, existe pues un mundo de cosas por hacer, puesto que, el quehacer político partidario se tendrá que dar de una u otra forma, pese a la inclemente condición de comunicación interpersonal que impuso la presencia comunitaria del Covid-19.
Sin duda con mayores grados de dificultad, empero, con inteligencia y talento se desplegarán la pre campañas y en su momento las campañas políticas.
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