Con el triunfo electoral de Morena, con su mesías y la cohorte de seguidores, han surgido innumerables muestras de personajes impresentables que resultaron electos a un puesto en entidades o al congreso federal; personas de baja ralea, de un vocabulario propio del lumpenaje, que nos muestran su incapacidad manifiesta de no saber administrar sus emociones ante la victoria electoral.
“Chairo” es el adjetivo que se les endilgó para calificar su actitud obcecada, cerril y aldeana –por decir pudorosamente sus aflicciones- y sí, hemos de percatarnos que el enorme ejército de votantes de Morena tienen el hígado por delante, en sus juicios críticos ad nauseam, y una ignorancia crasa sobre la naturaleza de nuestro sistema político mexicano.
Expresan sus miasmas, provocadoras, y al menos en Twitter se está dando una singular batalla de estos personajes con sus críticos, me quedo con una de estas frases que se le dijo a un exultante candidato triunfador: “la elección de ayer no modifica tu ignorancia, y hoy solo evidencia tu soberbia..” y ni que decir de la candidata de Baja California, que sube un video festejando su triunfo con champaña(¡) y haciendo gala de su lenguaje que envidiaría un carretonero al referirse a sus adversarios derrotados.
Esa, es la naturaleza de una de las vertientes más deleznables de la política, cuando el sectarismo, la angustia existencial, la venganza y el fanatismo son el aliento de una lucha social, no compiten para ganar, sino para destrozar al adversario, erigirse con un triunfo del que ahora vemos, cómo le va hacer Andrés Manuel para administrarlo.
¿UN KMER MORENA..?
Con toda proporción guardada, atendiendo la idiosincracia del mexicano, las propuestas de humildad y dejar el boato presidencial de Andrés Manuel, -rechaza el Estado mayor presidencial, venderá no solo el avión presidencial, sino toda la flota del Estado mexicano- además de ser un enorme contrasentido histórico, me hizo recordar al régimen que impuso en Cambodya el Kmer Rojo, en el siglo pasado.
Va para los ignaros, la información de Wikipedia: “El genocidio camboyano fue obra del régimen maoísta de los Jemeres Rojos (en francés: Khmer Rouge o KR; en jemer: Khmer Krahom), un partido político que gobernó la llamada Kampuchea Democrática entre 1975 y 1979, con una concepción extremista de la revolución.
Bajo la dirección de Pol Pot, el régimen se propuso la creación de un modelo socialista agrario basado en los ideales del maoísmo y el estalinismo. Su política se caracterizó por la ruralización forzada de los habitantes de los núcleos urbanos, torturas, ejecuciones masivas, trabajos forzados generalizados y malnutrición, costando la vida de aproximadamente un cuarto de la población del país. En cifras concretas tres millones de camboyanos fallecieron.”
De los dichos de Andrés Manuel y su círculo cercano, se deduce que van a adelgazar la burocracia, con bajos salarios, quieren una administración pública federal humilde y acotada; y las antinomias son muchas y variadas, solo el ver a la senadora Layda Sansores, se aprecia que no vale ejemplo alguno para la zafiedad extrema de los legisladores de Morena.
La visión del Estado cooptador y corporativo del priísmo de los años 60´y 70´es, a todas luces inviable; somos una sociedad moderna, que a muchos mexicanos ha costado construir las instituciones de hoy; México tiene compromisos internacionales con organizaciones de todo tipo, comerciales, diplomáticas y de Derechos humanos; bajo la tesitura de ser un gobierno humilde o modesto, implica la ignorancia del cómo funciona el mundo pluripolar de hoy.
Sigo sosteniendo de que la política es la más elaborada de las actividades profesionales, encumbrar como gobernantes a políticos “populares” pero ignorantes nos ha ido muy mal, y ejemplos tenemos bastantes. Esta fue una de las duras discusiones que tuve con Beatriz Paredes cuando fungía como presidente del CEN del PRI, a propósito de la candidatura de Roberto Sandoval a presidente municipal de Tepic.
Y también recuerdo los trascendidos que aparecieron en los principales periódicos, que cronicaron la cena del triunfo de Amlo cuando llegó al gobierno del entonces DDF, con su equipo cercano cenando en un exclusivo restaurante de la CdMx brindando con fina champaña, su ahora esposa y entonces su pareja con algo de ironía dijo al brindar “primero los pobres..”.
Me ha llegado información, fotografías y videos impublicables de los hijos de Amlo; no somos periodistas carroñeros, sin embargo, es preocupante el alto nivel de vida que tienen estos ninis, que resulta otra antinomia más, entre su moral y ética particular versus la política pública que preconiza el ahora presidente electo.
Hemos de ver la conformación de las bancadas de las cámaras federales, para analizar si serán contrapeso a la presidencia o simples ratificadores de las ocurrencias de su jefe político.
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