Miércoles por la mañana, una treintena de mujeres activas militantes del Partido Acción Nacional, en su mayoría de larga pertenencia al blanquiazul, ex regidoras, ex diputadas federal y local; ex candidatas a diversos puestos de elección popular, se reúnen a desayunar con Juan Guerrero, el activo candidato a presidente del comité estatal de su partido.
Un grupo de esta naturaleza de mujeres, impone al más pintado, Juan escucha a veinticinco de las ahí presentes; en sus locuciones hay apoyos a su candidatura, pero también hay demandas y duros reclamos, sobre el partido que ha descuidado a su militancia, a sus liderazgos regionales.
Ahí frente a estas féminas que han venido de La Yesca, Acaponeta, Rosamorada, Jala, Ixtlán del Río, de San Blas y de otros municipios, así como de esta ciudad capital, el candidato a líder estatal panista, retoma el tema y profundiza en ello; de entrada les ofreció una disculpa, para aquellas mujeres que han sido candidatas a puestos de elección y que no resultaron triunfadoras, porque su partido no ha tenido la debida atención a sus personas y a lo que representan sus liderazgos.
Expone también, los argumentos centrales de su candidatura, un PAN incluyente, fortalecido en sus bases, cercano a su militancia, que pase la legitimación de la democracia interna, para poder presentarse ante la sociedad con fortaleza política de cara a los próximos comicios estatales; sale fortalecido por la calidez con que fue tratado, amarrando compromisos para la elección interna.
Por la tarde, visitas a poblados cercanos de Tepic, La Labor y San Luis de Lozada, reuniones con sus fieles militantes, en los amplios patios de las casas solariegas; ahí a un lado de maquinaria agrícola, hombres curtidos por el sol, mujeres entusiastas que hablan poco, con gestos y ademanes le demuestran a Guerrero que están con su candidatura, y que esperan que este partido siga manteniendo apoyos a las comunidades rurales.
Juan, se siente en confianza, sonríe ante las gracejadas de los adultos mayores, de trato fácil con estas familias, su voz adquiere tonos de amabilidad y empatía, sabe comunicar con palabras sencillas que su candidatura es para fortalecer a su partido, un partido que se debe a sus militantes y a la sociedad.
Al agradecer su apoyo, este joven candidato a dirigente estatal, acredita una de las lecciones básicas de todo político en campaña; al llegar y despedirse, saluda con afecto a todos los ahí presentes, pone atención a sus rostros, recuerda sus nombres y ratifica uno a uno los compromisos pactados.
Juan Guerrero, se aprecia de trato afable, pone auténtica atención a los dichos de sus visitados, no se le nota impostado o con simulaciones; construye ladrillo a ladrillo su liderazgo.
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