Insólito, inédito y de no creerse, el anuncio que a medios y ante gente del sistema DIF, que hizo el bisoño gobernador Toño Echevarría García; su administración gubernamental llegó al mes de noviembre quebrado, es decir sin recursos para pagar la nómina de la segunda quincena de noviembre, y en ello va implícito el comentario a su secretario de Finanzas Juan Luis Chumacero «a ver cómo le haces para pagar...( diciembre y aguinaldos)..» un verdadero balde de agua fría para los miles de trabajadores de las entidades públicas y para la alicaída economía local, que espera los aguinaldos de la burocracia para incrementar ventas y consumo.
Empero, este anuncio tiene varias aristas; en el decurso de este accidentado año de la administración gubernamental, he platicado del tema de las finanzas estatales con varios secretarios del gabinete, ahora algunos ex secretarios, y de entrada se quejaban «no se que hace con el dinero Juan Luis…, hace como que entrega y todo lo guarda, no lo distribuye..»
El último de los funcionarios con el que platiqué es el ubicuo secretario técnico del gobernante, Mauricio Vallarta, quien me dijo «Palacios, de no creerse, el gobierno federal nos retiene las participaciones, como no le fuimos ni apoyamos a su candidato…, así nos tratan ahora…» le replico: «Mauricio, no les creo, este camino que ustedes apenas recorren por vez primera, yo lo he recorrido ya tres, cuatro veces…»
Y le expuse que es imposible detener los recursos que el congreso federal aprobó para los Estados; que existe una ley nacional de coordinación fiscal, que garantiza el sistema nacional de participaciones, que de la gran bolsa que recauda el gobierno de la república debe entregar por ley el 20% a las entidades federativas, las que a su vez distribuyen dineros de manera proporcional a sus Ayuntamientos.
El asunto es de trascendencia no solo económica por el reciclaje del capital que debe hacer los recursos que el gobierno estatal debe distribuir pagando a su burocracia e invirtiendo en sus acciones sociales, humanitarias y de obra pública de todo tipo.
Si el gobernador afirma que su gobierno está quebrado y él como empresario señala que si una empresa quiebra pues la cierra.., este es el símil de su pensamiento como administrador, nos revela el enorme vacío para colegir que ser gobernador de la entidad es la más grande responsabilidad que implica ante todo ser honesto (pese a que a cada intervención pública hace apología de ello) y no solo parecerlo, sino demostrarlo.
Toño debe de hablar con la verdad y demostrarlo; sus colaboradores acreditan una descomunal ignorancia sobre la naturaleza del entramado jurídico político y administrativo de nuestro sistema, debe el gobernante hacer público los estados financieros de su administración, está obligado por ley a publicarlos y no lo han hecho, eso más que una falta administrativa es el ocultamiento a la sociedad de las tripas de las finanzas estatales.
Si a cada rato señala la responsabilidad del saqueo al gobierno anterior y no ha podido fincarle responsabilidades administrativas o penales a Roberto Sandoval, dado que existe la percepción en la sociedad que mantiene pactos innombrables con su predecesor y todas las fallidas acciones han sido solo fuegos fatuos para consumo mediático, en este contexto, decir que el gobierno está quebrado y no demostrarlo con un verdadero informe de contabilidad, de estados financieros, con información de la secretaría de hacienda, de la tesorería general de la federación y con los registros contables de su administración, es no solo desafortunada declaración, sino un dato de prueba en su contra, para imputarle figuras típicas de responsabilidad en el manejo de los recursos públicos.
Debiera, dada la magnitud del aserto, haber convocado a una conferencia de prensa, para que con gráficas, informes financieros, de los bancos que reciben las participaciones y adelantos de los recursos de programas y de inversión del gobierno federal demostrar con pelos y señales la quiebra de su administración; de menos, eso es lo que nos debe a la sociedad, y no señalar, que «todo esto se los iba a decir en el informe de gobierno que suspendimos por la emergencia del huracán Willa…»
Por lo pronto, su insólita declaración acredita que no tiene una adecuada comunicación política para con la sociedad a la cual debe servir; y contribuye a la percepción generalizada no solo en la clase política sino empresarial local, que como político es un mal administrador, que no ha sabido rodearse de gente capaz y experimentada para que le enderece el barco.., y quienes conocen su función como empresario en el Grupo Alica, prefieren hacer mutis, alzar la ceja y ponerse un cierre en los labios.
Si existen visos de veracidad en esta insólita declaración, su deber como gobernante era no solo decirlo, sino demostrarlo con los registros contables y los estados financieros del caso y exigir la responsabilidad a los responsables, así fuesen como dice Mauricio, los funcionarios del gobierno federal que ya fenece.
Y pensamos que ya lo habíamos visto todo con el gobernador empresario… de pena ajena; como le dije ayer mismo a su íntimo Arturo Liberato Montenegro -quien me hizo un serio reclamo- así, ni como ayudarles…
