Para los hombres que están en la primera línea del combate frontal a la delincuencia, la muerte es una presencia de todos los días, ellos lo saben, encuentran el valor y la constancia en el esfuerzo, muy dentro de sí, en la contextura moral que les da la certidumbre de que su trabajo, con todos los riesgos que implica, es una labor que sirve, de la manera más generosa a la sociedad en que vivimos.
Las palabras del gobernador Roberto Sandoval, lo condensan “En los momentos más violentos y difíciles que vivimos en Nayarit, pocos creían que podíamos regresar la paz y eran menos quienes levantaron la mano para entregar su vida por los demás, como el comandante Segundo Huerta fallecido junto con el oficial Sergio Flores hoy en un fatal accidente cumpliendo con su deber. Mi reconocimiento, agradecimiento y respaldo a sus familias para siempre. Honor a quien honor merece, descanse en paz, los recordaremos en Nayarit como los pioneros de la Gran Policía Nayarit”
Sin duda, pocos como Edgar Veytia, lamentarán con profundidad que hiere hasta las entrañas las muertes del comandante de la Policía Nayarit Juan Segundo Huerta Ávila y del agente Sergio Arturo Flores Hernández.
Juan Segundo Huerta, era un hombre valioso entre los elementos de la Policía Nayarit perdió la vida en el cumplimiento de su deber en el municipio de Santa María del Oro, mientras desplegaban un operativo.
Cuando lo conocí me sorprendieron agradablemente varias cuestiones de su atractiva personalidad, un hombre recio que te saluda y te mira de frente, con su mirada franca y la sonrisa a flor de piel; atento, inmaculadamente pulcro, ni cuando bajaba del “apache” al volver de algún operativo perdía esa serena dignidad que irradiaba su lenguaje corporal; debieron ser muy agradables esos momentos de camaradería que compartía con los suyos cuando estaba franco.
Un policía de inobjetables atributos, que hizo de su trabajo la divisa de su existencia, servir a la sociedad en la trinchera mas difícil y mas riesgosa; un trabajo duro, ingrato que en ocasiones no tiene el reconocimiento cabal de algunas voces de la sociedad; sin embargo, al diseminarse la noticia en los medios y en las redes de la internet, mayoritariamente las expresiones son de duelo.
Comandante Juan Segundo Huerta, te despido con las palabras del poeta: “Has muerto, irremediablemente estás muerto, callada está tu voz, tu sangre en tierra; que voz madurará de nuestro labios que no diga tu nombre, tu silencio, el callado dolor de no tenerte..! has muerto, irremediablemente estás muerto..!” que la tierra te sea leve…
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