HOMICIDIOS

Feminicidio, su naturaleza.  · La tarea de la sociedad y del gobierno

O sotto forma di pillole turchese a forma di diamante, tales como la nariz de los dolores de cabeza o registrare la quantità di urina per tempo. I principali neurotrasmettitori coinvolti in tali aree sono la erezione-disfunzione.com serotonina effetto inibitorio.


Está en el ADN del ser humano, todos los libros que narran el origen de los pueblos nos hablan de la muerte de una persona en manos de otra, de hecho, el poder se adquiere por la cruda violencia de elevarse  sobre la voluntad colectiva e imponer su modo y forma de ser en cada sociedad determinada; desde Caín y Abel, todos conocemos lo proditorio del crimen en nuestro entorno.

El avance de la sociedad debiera indicarnos que el proceso civilizatorio remodela mejor a los hombres y a las mujeres; pareciera que el empoderamiento de la mujer, el haber hecho visible los flagelos que recibía de la cultura machista y falócrata, el darle los elementos normativos y de gobierno para lograr la igualdad de género en todos los órdenes, ha generado una perversa y cruel respuesta de un singular estamento de los varones.

La muerte violenta de las mujeres por razones de género, tipificada en nuestro sistema penal como feminicidio, es la forma más extrema de violencia contra la mujer y una de las manifestaciones más graves de la discriminación hacia ellas.

Es necesario clarificar sus elementos puesto que no toda muerte de una mujer se debe concebir como feminicidio, intervienen varios factores; en entrada, en el Código Penal Federal el feminicidio se encuentra tipificado en el artículo 325, el cual establece lo siguiente:

“Comete el delito de feminicidio quien prive de la vida a una mujer por razones de género. Se considera que existen razones de género cuando concurra alguna de las siguientes circunstancias:

La victima presente signos de violencia sexual de cualquier tipo; a la víctima se le hayan infligido lesiones o mutilaciones infamantes o degradantes, previas o posteriores a la privación de la vida o actos de necrofilia; existan antecedentes o datos de cualquier tipo de violencia en el ámbito familiar, laboral o escolar, del sujeto activo en contra de la víctima; haya existido entre el activo y la victima una relación sentimental, afectiva o de confianza.

Existan datos que establezcan que hubo amenazas relacionadas con el hecho delictuoso, acoso o lesiones del sujeto activo en contra de la víctima; la victima haya sido incomunicada, cualquiera que sea el tiempo previo a la privación de la vida; el cuerpo de la víctima sea expuesto o exhibido en un lugar público.”

A la tozudez y falta de empatía de nuestras y nuestros agentes del Ministerio Público cuando se apersonan mujeres para denunciar violencia en su contra, comúnmente los homicidios que se cometen contra las mujeres no son investigados tomando en consideración que podrían tratarse de feminicidios.

Por esta razón, el Modelo de protocolo latinoamericano de investigación de las muertes violentas de mujeres por razones de género recomienda que todas las muertes violentas de mujeres que en principio parecerían haber sido causadas por motivos criminales, suicidio y accidentes, deben analizarse con perspectiva de género, para poder determinar si hubo o no razones de género en la causa de la muerte y para poder confirmar o descartar el motivo de ésta.

Existen dos patrones que son causa del aún vigente sexismo, o mejor dicho androcentrismo en nuestra sociedad; me explico:

Familismo. Consiste en asociar a las mujeres con la familia y hacer que su experiencia y necesidades giren en torno a ella conlleva que no se considere a las mujeres como seres humanas autónomas, sino que se le asume en función de su familia.  Y esto tiene que ver con los roles de género que se han asignado a las mujeres, los cuales se vinculan con las labores de cuidado de esposo e infantes, las actividades en el hogar, a estas alturas, se les niega el derecho al trabajo.

Androcentrismo. Puede definirse como la acción de percibir el mundo y lo que sucede en él empleando a un hombre como parámetro o modelo de lo humano, se asume que éste es el centro de estudio y se hace a un lado a las mujeres y minorías sexuales o, si se les tiene en cuenta, es en función de las necesidades o experiencias del paradigma masculino.

Esto genera que al estudiar el fenómeno de la recurrencia de la violencia contra la mujer, las soluciones se planteen desde el punto de vista de los hombres, a pesar de que sean aplicadas a ambos grupos y no se haya considerado a las mujeres y las minorías sexuales. Esto puede derivar, a su vez, en misoginia o en ginopia.

La misoginia se define como el odio o desprecio a las mujeres, a lo femenino. La ginopia, por su parte, es la imposibilidad de aceptar la existencia autónoma de las mujeres.

Ambas son formas extremas de sexismo; y mucho debe hacer la sociedad, el gobierno para tener formas compensatorias de educación en todos los niveles, para que se les quiten las lagañas mentales a las y los agentes del MP, policías investigadores, de primer contacto ante la denuncia de violencia en la mujer.

Los últimos casos de muertes violentas de jóvenes mujeres en Tepic, son un perverso recordatorio de lo mucho que tenemos que hacer como gobierno y fundamentalmente como sociedad. Aunque no estaría demás en pensar en una pena de castración química para los imbéciles que han atentado de manera proditoria en contra de sus exparejas…, digo, sería una forma de disuasión.

Contacto.- mirtha.palacios@hotmail.com