Conocí al ahora edil de nuestra ciudad capital, cuando fungía como el eficaz secretario de la rectoría de la UAN del rector Rivera; luego en su rectorado tuve algunos diferendos sobre la mecánica de pagos a unos proveedores que el escriba representaba, supe de su forma práctica para resolver este tipo de problemas que a la universidad le creaban un par de torvos y perversos contadores que aún están ahí medrando cerca del rector Nacho Peña.
Estuve monitoreando sus acciones en el Senado de la República, el reconocimiento que de su talento y proyectivas hicieron sus pares, su activa participación en comisiones, siempre al servicio de las causas de esa izquierda seria y que con talento mantienen líneas de conducta justicialista; de sus aportaciones al desarrollo de la ciencia y la tecnología; supo pues, Castellón utilizar la importancia del Senado para darle un plus a la generación del conocimiento y de la revolución de los sistema informáticos que hoy son, el sostén de nuestra sociedad digital.
En uno de sus viajes por centro américa, en un tono de broma le dije que buscara un sombrero “Panamá” para un cabezón, y fue una agradable sorpresa que me lo hizo llegar a mi casa; lo conservo y muy poco lo utilizo, salvo en torneo de Golf de postín.
En su persona se condensa la dura dualidad de los políticos que son intelectuales, o como los que ejercen el oficio de pensar se meten a la política partidaria; tienen poca rentabilidad electoral, la política ha descendido tanto, que zafios liderzuelos, de poco seso y populistas, son populares entre la gleba y, tienen preferencia en los partidos políticos para la asignación de candidaturas electorales; y así nos ha ido con éstos candidatos populares.
Fue una decisión que tuvo buena acogida en el imaginario colectivo, la candidatura de Francisco Javier a la presidencia municipal de Tepic, fuera de la contienda que llegó a niveles de rijosidad, entre los candidatos de la alianza y los otros partidos, la figura del doctorado en ciencias, con el aplastante triunfo electoral, viene a ser una circunstancia esperanzadora para rehabilitar la conflictiva condición que tiene el Ayuntamiento de Tepic, de cara a la ciudadanía, y frente a los agentes económicos que siguen demandando desde hace lustros un justo y racional marco jurídico fiscal.
Que ha sido el talón de Aquiles de las últimas administraciones, el tema candente es la prevalencia de esa cueva de ladrones extorsionadores que se llama “oficina de funcionamiento de negocios” que sin marco legal alguno con el pretexto de las licencias municipales, mantienen un clima de extorsión y autoritarismo para con el comercio local.
QUÉ HACER..?
Se requiere que el presidente municipal, entienda la cabal dimensión jurídica de marco de derecho que regula las fuentes de financiación del Ayuntamiento. Y actúe en consecuencia.
Que entienda que las inusitadas demandas de los sindicatos de burócratas, son un lesivo arcaísmo para las finanzas del municipio; es imperioso que se opere y ese sindicalismo se vaya a las vitrinas de la historia oprobiosa del añejo corporativismo priísta del siglo pasado.
Que realice una profunda reforma jurídica administrativa de todo el cuerpo de leyes y reglamentos municipales, para darle transparencia, claridad y pulcritud a las acciones de exacción fiscal que tiene que llevar a cabo la función fiscalizadora del Ayuntamiento.
Que establezca con rigor, un sistema de seguridad pública mixto, que se entienda ante la magnitud del reto de la densidad delincuencial que padecemos que las fuerzas municipales, tienen que estar coordinadas con las estatales y dejarle el territorio de la seguridad de vialidad y barrios a su jurisdicción.
Que el consejo de colaboración municipal, se convierta en un eficaz aliado y se componga por representantes de los organismos empresariales, que representan los intereses de quienes crean fuentes de trabajo y pagan impuestos.
Que los titulares de los Comités de participación ciudadana, entiendan que NO SON AUTORIDADES FISCALES, para cobrar miles de pesos por dar su anuencia para la instalación de negocios en las áreas de sus adscripciones; deben de regresar a sus atribuciones de ser los organizadores de sus colonias, de ser los promotores y gestores para la resolución de problemas comunitarios.
Debe el próximo gobierno, reordenar sus fuentes de financiamiento y lograr una sensible disminución del gasto corriente, merced a que el aparato burocrático es mayor que el que se necesita para operar un Ayuntamiento.
Debe de tener personal ALTAMENTE CAPACITADO para el manejo de los recursos federales y que tengan el conocimiento e inteligencia necesarios para saber encontrar recursos federales y saberlos “bajar” a la hacienda municipal.
Regularizar el uso del suelo de las colonias que de ser habitacionales se transformaron en centros comerciales, en dónde los dueños de casas han hechos pingües negocios con rentas altísimas que no tienen freno alguno.
Y sobre todo, Francisco Javier Castellón, no debe ser rehén de los intereses de las cúpulas partidarias, mantener una sana relación con los medios y abrir la interlocución a todas las voces.
Y que limpie de una vez y para siempre nuestras plazas y parques, que dejen de ser mercados de comerciantes ambulantes o de fin de semana que poco o nada pagan impuestos
Es mucho pedir, lo sé; empero estimo que el presidente municipal de Tepic, tiene la capacidad y la entereza para lograrlo.
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