Es extraño el discurrir de esta administración, no cesan los chismes y trascendidos ridículos del entorno cercanísimo de un gobernador bisoño que trae la espada desenvainada contra todo argumento que lo contradiga; como decían los políticos de antaño, es de “piquete corto”.
Existe una antinomia en el dictum apologético del gobernador y lo que está sucediendo en las licitaciones de esta administración, ya va un año de gobierno y Toño Echevarría sigue usando todo acto público o privado para machacar con el mismo mensaje, “dejaron a Nayarit destruido” “nosotros si somos honestos” y otros asertos de la misma naturaleza argumentativa, la acre condena a todo lo que se refiera de la administración estatal, la que le corresponde y el cómo la heredó.
Sigue esta administración sin ejes conductores de una matriz de comunicación política; espontaneísmo, ocurrencias, falta de oficio e ineficacias.
Este miércoles, empresarios locales de la construcción y funcionarios de los bancos locales en diferentes espacios, comentaron lo siguiente; hubo una licitación para obra pública en la Universidad Tecnológica, veinticinco millones de pesos para la construcción de laboratorios y aulas; señalan que el gobierno estatal se la asignó a una desconocida empresa del Estado de México, que nunca había venido a concursar a la entidad.
El problema radica, que esta empresa en su propuesta, en la licitación, quedó en el séptimo u octavo lugar; es decir que de manera inusitada se asigna una obra a quien maneja costos más altos que las siete u ocho empresas que su paquete es menor; se preguntan, ¿hay necesidad de hacerle al cuento..? total, comentaron los empresarios de la construcción, “si se quiere beneficiar a los amigos del gobernador, no hay necesidad de hacer la faramalla de una licitación si esta va estar amañada..”
Y en la asamblea de la Coparmex, el gobernador Toño Echevarría, en su mensaje muy echado para adelante, alabando su gobierno, señalando que ellos no son corruptos, dijo entre otras cosas, que para ejercer el préstamo de casi mil millones de pesos que le autorizó el congreso local, había obtenido una tasa de interés muy baja, casi un récord en contratos bancarios de esta naturaleza.
Ahí mismo, en una alejada mesa del presidium, se encontraban varios funcionarios de los bancos locales, escucharon las palabras del gobernante y dijeron que las bases de la licitación apenas fueron publicadas hacía un par de días, y pues como era posible que el gobernador estuviera informando el monto de la tasa de interés que contrató su administración.
Con las cejas levantadas y uno de ellos con falsa sonrisa, dijo, “te apuesto que ganó Santander..” “o Bancomer” –dijo otro. Sin duda, por la singular cercanía de los gerentes de dicha institución con el rijoso gobernante.
El velo de la sospecha surge, tan solo en estos dos ejemplos, ¿son sibilinas las palabras del novel gobernador..? Y resaltan los hechos, merced a la contradicción más que evidente con la publicitada firma del convenio recientemente firmado con instituciones para hacer de Nayarit, el emblema de la transparencia en las acciones gubernamentales
Al final, la percepción del pópulo es que todo esto, no son más que falacias de esta administración
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