Una de las cuestiones más importantes que casi todas las empresas de demoscopia se han dedicado a explorar en la sociedad, cuyos resultados nos arroja resultados altamente predecibles, nuestra sociedad responde a todos los cuestionamientos, estamos los ciudadanos hartos de negligencia, impunidad, incultura, corrupción y opacidad en la información pública, de todo lo que deviene de los distintos órdenes de gobierno.
Si son los partidos políticos los instrumentos “naturales” para que la ciudadanía organizada pueda acceder al poder, hoy, como nunca en la breve historia de nuestra democracia niña, los partidos políticos tienen el mayor descrédito ante sus futuros electores.
La empresa de nuestro amigo Roy Campos, el día de ayer nos informa de manera puntual que pesar de ya haber finalizado el periodo de precampaña, aun es pequeño (27%) el grupo de ciudadanos que saben que en junio serán los próximos comicios electorales.
Y respecto de la apreciación que se tiene de estas sacrosantas instituciones, no hay partido político que se salve de la mala imagen, todos tienen más opiniones negativas que positivas, incluso los nuevos partidos.
Y para aquellos nostálgicos que señalan que son la renovada esperanza de la sociedad, el partido con más opinión negativa es el PRI (44.3%) y el que tiene más opinión positiva es el PAN…! Pese a la intrusión y agandalle del grupo de Gustavo Madero, con un 36.5%
El PT y después el PVEM son los partidos que peor saldo de opinión logran.
En cuanto al claro rechazo a los partidos se aprecia los que generan el mayor rechazo a votar por ellos son los tres llamados “grandes” (PRI-PAN-PRD), MORENA en su primera aparición es el cuarto más rechazado.
Y ojo..! la sorpresa el partido que genera menor rechazo es Movimiento Ciudadano con 25%. Habremos de preguntarle al diputado local Manuel Carbonell para que no ilustre el porqué de este singular posicionamiento en el imaginario electoral colectivo.
Al ser consultados sobre la futura preferencia electoral para diputados federales, aun cuando apenas terminaron las “precampañas” y los partidos aun no finalizan el proceso de selección de candidatos a los casi 2,000 puestos que se votarán en junio; el PRI y el PAN se disputan el primer lugar con ventaja del primero por apenas 5 puntos; en tercer lugar el PRD con 16% y peleando el cuarto lugar MORENA (9%) y PVEM (8%), los demás partidos están en peligro de desaparición sobre todo dos de los nuevos, Humanista y Encuentro social.
Y LO QUE CUESTAN AL ERARIO.!!
El Instituto Nacional Electoral aprobó recientemente el reparto de recursos públicos entre los partidos políticos para este año, una bolsa que asciende a un total de 5,356 millones 771,247 pesos.
La cantidad incluye dinero para actividades ordinarias (3,909.5 millones de pesos), para gastos de campaña (1,172.8 millones de pesos), para actividades específicas como educación cívica e investigación (117.2 millones de pesos), para franquicias postales (156.3 millones de pesos) y para franquicias telegráficas (693,000 pesos).
El partido que más recursos recibirá este año será el Partido Revolucionario Institucional (PRI), con 1,376 millones de pesos, según el acuerdo aprobado por unanimidad en el Consejo General del INE.
Al PRI lo siguen el Partido Acción Nacional (PAN), con 1,158 millones de pesos, y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), con 886.1 millones de pesos.
En cuarto lugar está el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), aliado tradicional del PRI, con 444.7 millones de pesos.
Y le siguen el Partido del Trabajo (PT), con 389.7 millones de pesos; el Partido Nueva Alianza (Panal), con 371.2 millones de pesos, y Movimiento Ciudadano (MC), con 368.4 millones de pesos.
Los tres nuevos partidos políticos, Morena, Humanista y Encuentro Social (PES), recibirán 120.9 millones de pesos cada uno.
En nuestro país, aunque la ley electoral permite que los partidos pueden recibir aportaciones de particulares, las fuerzas políticas tienen los recursos públicos como principal fuente de financiamiento, una disposición legal promovida desde finales del siglo XX para promover la equidad en las contiendas electorales.
Pese a las bondades de la ley, dada la partidocracia que padecemos, casi todas las organizaciones civiles y ciudadanos consideran que el monto que reciben los partidos es excesivo y ante todo se pronuncian por hacer reformas para disminuir el excesivo financiamiento para los partidos, es un gasto superfluo para la joven democracia mexicana.
Recordemos, que la base para el financiamiento es la cantidad de dinero que los partidos reciben cada año se calcula multiplicando el número de electores por el monto del salario mínimo.
Con base en esa fórmula, el INE previó en diciembre una bolsa a repartir de 5,355 millones de pesos. Sin embargo, tuvo que ajustar el total este mes luego de que el salario mínimo para 2015 se fijó en 70.10 pesos, cuando en 2014 fue de 67.29 pesos.
Todo ésta enormidad de recursos que obtendrán los partidos —distribuidos según el porcentaje de votación que cada uno consiguió en la pasada contienda federal— servirán tanto para sus actividades cotidianas como para las campañas federales y locales de este año, cuando se renovarán los 500 asientos de la cámara de diputados y cientos de cargos en 17 entidades.
Por ley, el uso del dinero público en cuestión debe ser reportado por las fuerzas políticas y fiscalizado por el INE, que tiene facultades para aplicar multas y promover otras sanciones en caso de detectar irregularidades o incluso delitos. El cuento es que Juan Pueblo sabe de todas las artimañas y pillerías que hacen los dueños de los partidos para quedarse para sí con estos millonarios recursos del erario, que –piensa el escriba- debieran tener mejor fin, y no en la bolsa de desprestigiados vivales.
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