Con todo el espíritu optimista que tengo, me dedico a leer el escenario de la sociedad, del poder, del gobierno, de los partidos políticos y de las voces discordantes que de una u otra forma expresan la necesidad de ser tomados en cuenta, de aquellos que son adversarios, contestatarios medio ruidosos, no llegan a la estridencia y su impacto se queda en ese salón de bulling que es la internet, particularmente la red social del facebook.
Esta condición, -la mía- con la acuciosidad del zoólogo que le impongo, me permite diseccionar de manera puntual el acontecer de nuestra comunidad, y del cómo en este escenario se manifiestan todo tipo de expresiones, y las que llaman un tanto la atención son, desde luego aquellas que llenas de voluntarismo, constituyen el mejor ejemplo de quienes las prodigan padecen un malestar crónico, en contra de todo lo que haga o deje de hacer la administración del gobernador Roberto Sandoval y el edil Héctor González, el “Toro”.
Explicable en los dichos de los dirigentes de los partidos políticos de oposición, de esta manera se realizan y cumplen lo que su escaso entendimiento les señala que así deben ser, frente a un Pri omnipresente que les domina el escenario de los votantes; sus magros esfuerzos determinan la naturaleza de su existencia, son parásitos del Estado, se deben a una franquicia electoral y no cumplen con los extremos de sus obligaciones que la ley de la materia les establece.
Es la constancia de que, nuestro sistema ha evolucionado, la sociedad y sus voces tienen hoy, un extraordinario campo, extenso y sin censuras para ejercer el derecho de expresar lo que su regalada gana quiera; nada mas que, los críticos del gobierno estatal y municipal, según mi percepción tienen una desaprensión que, significa una interpretación ingenua de la realidad que vivimos; ¿porqué..? por qué al ver los actos del gobernante, del presidente municipal, a través del cristal de sus necesidades emocionales, sobreponen mitos al raciocinio, es un hábito que muchos no saben controlar.
Todas las voces, tienen derechos a ser expresadas; incluso las necias que llevan la interpretación obtusa y que suponen que al ser conocidas por el medio que utilizan, por tal acción, la sociedad, le gente, el gobierno va a modificar su manera de ser y de actuar; la complejidad del servicio público tiene ya tanta sofisticación que no se puede modificar por el estrecho entendimiento de tales inconformidades.
Al plantear un “deber ser” como imperativo, conocemos la superficialidad, el enorme subjetivismo de quienes, solitarios frente a la pantalla de una computadora, quieren que el mundo gire en torno a sus estrecheces, es prudente conocer todo el espectro de la comunicación social, la patología se incuba en estos espacios, la enajenación social, la cobardía y el encono puede llegar a otros niveles, mientras tanto, son el lado oscuro de la red, el territorio de los acobardados que no pueden salir al accionar social y político a la luz del sol, a tomar las calles, a ser beligerantes de deveras.
Para eso se requiere un clara posición política, una conciencia de clase; vaya..! al menos un mínimo de cabal entendimiento del sistema que vivimos, sus características y lo mucho que nos falta por hacer…, mientras tanto seamos tolerantes con aquellos que con su mal aliento (su enorme ignorancia y las faltototas de ortografía) contaminan el territorio de la internet…
Contacto: luisi48@prodigy.net.mx