El magistrado presidente del TSJ Ismael González Parra, sostuvo una primera reunión de trabajo con jueces de primera instancia, a quienes reiteró el compromiso de darles todas las garantías para que ejerzan su función de manera plena, con autonomía e independencia.
Les expresó un principio que debe permanecer inalterable en el ejercicio de todo magistrado que se encuentre al frente de la Presidencia, que no habrá alguna sugerencia o insinuación para que las resoluciones de los juzgados salgan en tal o cual sentido. «Si nosotros actuamos con pulcritud y transparencia estaremos ofreciendo garantías a la sociedad en materia de impartición de justicia y fortaleceremos la imagen del Poder Judicial».
Plausible la indicación a los juzgadores, quienes tendrán un absoluto respaldo del cuerpo colegiado de magistrados para que hagan bien su trabajo, y a su vez González Parra los exhortó a quienes son titulares de los juzgados a que prodiguen un trato humano al resto de los servidores judiciales, los abogados y los justiciables en general.
El magistrado presidente Ismale González Parra tocó un tema delicado y que subyace en la conflictiva cotidiana de los juzgadores, anunció que será regularizada la situación de secretarios de acuerdos que están en funciones de jueces a fin de darles certeza laboral y jurídica, lo mismo que en relación con los notificadores que fungen como secretarios.
Señaló que se van por el camino de la reglamentación, puesto que ya se elabora la convocatoria correspondiente y se espera concluir el proceso antes de que termine 2018.
En un darse cuenta, el nuevo titular del poder judicial, sabe los flancos débiles que tiene la administración de justicia,pidió a los jueces estar atentos tanto a la parte jurisdiccional como a la administrativa de los juzgados.
En este contexto dio a conocer que han iniciado cambios en la administración del Poder Judicial y mencionó los casos de los nuevos titulares de la Contraloría Interna y la administración de los fondos propio y ajeno, César Contreras Meza y Catalina Osorio Cisneros, respectivamente. Añadió que iniciando con pequeños cambios se irán dando los mayores.
De los jueces ahí presentes, intervinieron María del Socorro Marín Reyes e Isidro Estrada Gutiérrez, titulares del Juzgado de Oralidad Mercantil y del Juzgado Tercero Civil de Tepic, respectivamente.
La jueza Marín Reyes sugirió que juezas y jueces planteen en su oportunidad a las autoridades judiciales la problemática y necesidades específicas de sus órganos jurisdiccionales, en tanto que Estrada Gutiérrez consideró imprescindible la unificación de criterios de juzgadores en la resolución de expedientes, así como la corresponsabilidad del personal sindicalizado con los encargados de los juzgados.
Apenas un balbuceo, pero puede ser el inicio de una cercana relación del TSJ con los jueces de primera instancia, que de manera paulatina se deterioró en los últimos años; dado que no todo es pulcritud y decoro en la administración de justicia en las dos instancias, es menester no dejar de lado, los casos -aislados de corrupción y venalidad- se tienen que conocer y airear en el foro para que se castigue al juzgador que vulnere la norma que rige su funcionamiento y responda ante los tribunales y ante la sociedad de sus actos deliberados que desprestigian a la institución a la cual deben servir.
Tiempos de buena disposición y ánimo del presidente entrante, que no debe de ocultar el lado amargo de la institución que preside, y que aplique el viejo aforismo que titula esta columneja: «El buen juez…, por su casa empieza…»