Por Luis Ignacio Palacios
  • Nula cultura política administrativa

  • Ejercicio patrimonialista del poder

Conforme al diseño original de nuestro sistema político, el municipio es la célula básica del Estado mexicano, de su organización política y administrativa. Hemos visto la personalidad jurídica del municipio a partir de 1917, su fortalecimiento como autoridad inmediata y más cercana a la ciudadanía, su autonomía administrativa y financiera, que sin embargo, actualmente tiene demasiadas disfunciones y limitaciones que desnaturalizan este orden de gobierno.

El artículo 115 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que los municipios son la base de la organización política y administrativa del país, y que cada municipio debe ser administrado por un ayuntamiento

Cada Municipio será administrado por un Ayuntamiento de elección popular directa, y no habrá ninguna autoridad intermedia entre éste y el Gobierno del Estado.

Cada Municipio será administrado por un Ayuntamiento de elección popular directa, y no habrá ninguna autoridad intermedia entre éste y el Gobierno del Estado.

Esta es la norma que debe regir; nuestra realidad indica una grave diferencia; de entrada, dada su precariedad financiera, depende del gobierno estatal para normar las fuentes de financiamiento del erario; y segundo, son un orden de gobierno inferior, sometido política y financieramente, normalmente a la hegemonía de los gobernadores de los Estados.

Ante esta  limitación financiera, los alcaldes han recurrido a un subterfugio legaloide –que es inconstitucional- de cobrar impuestos disfrazados de derechos como el tarjetón de identificación del giro –las licencias municipales-  de todo comercio y el ilegal pago descomunal de “horas extras”.

En este trienio que fenece y a la llegada de las nuevas autoridades municipales entre ellos los que fueron reelectos, los escándalos financieros y de gobernabilidad están a la orden del día, son un verdadero fracaso las gestiones de los ediles de Santiago Ixcuintla, Rosamorada, Del Nayar, por decir los más emblemáticos, dado el estercolero de corrupción, inutilidad de proporcionar servicios públicos, rampante corrupción y desviación de los recursos a cargo del Ayuntamiento.

Esta es la triste realidad, que contrasta con los ideales revolucionarios que le dieron origen en la Carta de Querétaro; recordemos el texto sobre el  tema que remite Venustiano Carranza al Constituyente:

El 1 de diciembre de 1916, el cual acompañó a su proyecto de Constitución y que contuvo el siguiente párrafo:

“El municipio independiente, que es sin disputa una de las grandes conquistas de la Revolución, como que es la base del gobierno libre, conquista que no sólo dará libertad política a la vida municipal, sino que también le dará independencia económica, supuesto que tendrá fondos y recursos propios para la atención de todas sus necesidades, substrayéndose así a la voracidad insaciable que de ordinario han demostrado los gobernadores, y una buena ley electoral que tenga a éstos completamente alejados del voto público y que castigue con toda severidad toda tentativa para violarlo, establecerá el poder electoral sobre bases racionales que le permitan cumplir su cometido de una manera bastante aceptable.”

¿Qué hacer en estos tiempos de gobierno consolidado en Nayarit, para tener mejores autoridades municipales, con regidores honestos, con síndicos que no vendan sus resolutivos; en dónde el Ayuntamiento de la ciudad capital constituye un caso singular de excepción política y de confronta con el gobernador Miguel Ángel Navarro..?

Sin duda, falta educación política y honestidad a nuestros ediles; y que el ejercicio de la fiscalización gubernamental de la ASEN sobre las administraciones municipales, se lleve a cabo con pulcritud y que no existan distingos en la aplicación de las observaciones, por muy duras y correctas que éstas sean.

Y talento –mucho- para que las funciones exactoras a los contribuyentes constituyan una sana y equilibrada fuente de financiamiento de sus  recursos propios; evitar dispendios y las cotidianas desviaciones del erario, que funcionen las contralorías municipales que son las primeras unidades de control de racionalidad y vigilancia del gasto corriente de los Ayuntamientos.

Es pedir mucho..? Sí, sin duda.


Contacto.- cronicaslip@gmail.com


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Incursiona en géneros periodísticos, hace reportajes e investigación; es abogado, en “La Voz de Nayarit” como analista político. Los avatares del periodismo de opinión lo llevan al extinto “El Nayar”; posteriormente al revivir el diario como “Meridiano” es uno de sus columnistas principales. El gobierno de Celso Delgado y las organizaciones de periodistas le entregan el Premio Estatal de Periodismo 1993 en la modalidad de “Crónica”. Hace treinta y cinco años nace el periódico regional “Avance” y desde entonces es miembro de su página editorial como analista político. Pionero en Nayarit de periodismo en Internet, publica una página en la web “Crónicas del Sexenio”; se muda un par de años a Nuevo Vallarta y publica en los periódicos “Vallarta Opina” y “Nayarit Opina”. De regreso a Tepic incursiona en la Televisión pública como analista político. Establece una Consultoría Jurídica-Política y retoma el espacio en Internet, como periodista de opinión y reportero entrevistador.