*Adultos en el hogar, corresponsables de formar ciudadanos comprometidos y socialmente productivos
El proceso formativo de cada generación, se incuba de manera primera en el hogar, en cuyo escenario los adultos sirven de normatipos para la educación de los infantes; un tema que no es muy recurrido en los medios, tampoco en las ONG´s ni en las asociaciones de protección de DDHH; hoy con el incremento de los tratados y convenios internacionales de los cuales nuestro país es suscriptor, se impone una revisión de este importante tema.
En el acto cívico mensual de las y los servidores judiciales, encabezado por el magistrado Pedro Antonio Enríquez Soto, este lunes se hizo un llamado a madres y padres de familia, así como a otros adultos al cuidado de niñas y niños para que como complemento de la escuela, en el hogar seamos corresponsables de “formar ciudadanos comprometidos y socialmente productivos, inculcando valores y principios, común denominador de toda persona que vive para servir a la sociedad”.
Así inició su disertación el magistrado José Alfredo Becerra Anzaldo, integrante de la Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia, quien demandó la importancia de reflexionar este mes sobre los derechos de la niñez, qué es lo que se está haciendo por ella y cuáles decisiones “debemos tomar para que el futuro de la infancia sea solo amor y felicidad”.
Becerra Anzaldo manifestó que es indiscutible la función responsable que el Poder Judicial asume al utelar los derechos de niñas, niños y adolescentes; desde sus resoluciones —explicó— se reconocen todos los derechos contenidos en los tratados internacionales, la Constitución mexicana, la ley general y leyes locales” en la materia.
Mencionó uno de los problemas ingentes que tiene el TSJ “Sin embargo hay que admitir también que desafortunadamente es necesaria la creación de más juzgados especializados en temas de familia, aunque lo mejor sería que éstos no fueran necesarios; es más, que no existieran”.
No eludió la parte dura que socialmente se omite «Desearíamos que las palabras explotación laboral, abuso sexual, violencia, alcoholismo, drogadicción, abandono, falta de amor en la familia y alienación parental fueron sólo parte del guion de una película de terror que nadie quisiera ver. Desafortunadamente nuestra realidad es otra, por eso debemos trabajar en la construcción de un entorno en que se brinde a la niñez lo que queremos que ellos aporten en un futuro a la sociedad”.
Señaló enfático que en el Poder Judicial se tiene claro ese compromiso y responsabilidad, y que la aportación institucional trasciende las resoluciones judiciales. “Sigamos trabajando por la infancia, que es el futuro del mundo, y exijamos conciencia del mundo, que es el presente de la infancia”.
El denominado mes «de la niñez» con las palabras del magistrado Becerra Anzaldo, nos muestra la real dimensión de este estrato de nuestra sociedad, en el cual, la parte sustantiva de su normatividad en el poder judicial está cubierta, la llamada de atención de nuestro amigo el togado José Alfredo es oportuna e implica su adecuado discernimiento.