En la semana, conocimos la mesurada posición del rector de la UAN contador Juan López respecto a la reiterada omisión de los presidentes municipales actuales y los que les precedieron, de enterar al patronato, el cobro del impuesto especial para la universidad que preside; explicable, no le corresponde a su persona hacer acciones legales en contra de aquellos ediles que siguen jineteando impunemente los recursos que la sociedad paga para la máxima casa de estudios de los nayaritas.
Y hace un par de días, conocimos las expresiones medrosas del líder de la federación de estudiantes de la UAN, el dirigente estudiantil que no tiene los arrestros suficientes para llevar a cabo una serie de lances propios de insurgencia estudiantil en contra de los alcaldes pillos que incumplen con entregar los millonarios recursos que captan de este singular impuesto, y el tema queda ahí, como si viviéramos en una sociedad de cínicos.
En el siglo pasado, la generación de quienes estudiábamos en universidades en los años sesenta, en contra del Estado represor, hacíamos movilizaciones y reclamos estridentes; queríamos libertad política, demandábamos democracia política y que el gobierno dejara de ser el ogro represor que mantenía en sus ergástulas a sus opositores; tuvo que llegar el 68 y sus consecuencias, la guerrilla de los primeros años en los 70´s para que esta sociedad y sus normas mutaran.
Hoy tenemos libertad política irrestricta, una enorme capacidad de tolerancia y respuesta de los gobiernos frente a todo tipo de movilizaciones; y sin embargo los liderazgos estudiantiles son incapaces de hacer una protesta con todas las reglas del reclamo social, valen siete ingadas, al estar uncidos al gobierno en turno, el joven Aldrete espera su candidatura a diputado plurinominal y es, parte del esquema de contención para que los ediles sigan omisos jineteando los dineros de la UAN.
Mas de cien millones de pesos a la fecha, mas lo que se siga acumulando en el presente año, y la sociedad que sigue pagando sus impuestos tiene interés legítimo para que los alcaldes cumplan y enteren estos recursos al patronato que administra el impuesto especial para la UAN.
El asunto de las omisiones ya está detectado por el órgano de fiscalización superior de la Cámara de diputados; ahí están los informes, son responsabilidades y observaciones no resarcidas, la naturaleza de la omisión es punible; está en manos del nuevo titular del OFS y de la Cámara de diputados, Roy Rubio y Armando García tiene que actuar en lo que les corresponde, so pena de seguir construyendo este cinismo estólido…
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