Desde finales del siglo XVIII, la incipiente marina mercante mexicana, los mandos de los buques eran extranjeros, capitanes, contramaestres, ingenieros, etcétera, ni un solo oficial era mexicano; así era el subdesarrollo que desde el porfiriato prevalecía en varias actividades económicas fundamentales, minería, ferrocarriles, extracción petrolera, y desde luego el comercio marítimo.
Empero, en el devenir histórico de nuestro país, existen hitos que de momento no pueden marcar e imponer cambios profundos en la economía, en la política; no sabemos con exactitud de dónde proveían, pero el 1° de junio de 1917, ya promulgada la Constitución de Querétaro en plena vorágine de la lucha por el poder presidencial de la clase militar post revolucionaria, zarpa del puerto de Veracrúz un buque mercante mexicano, un vapor que tenía el nombre de “Tabasco” con su tripulación compuesta exclusivamente por marinos mexicanos.
Su capitán fue Rafael Izaguirre Castañares, junto a otros oficiales, como Adrián Tiburcio y un jefe de máquinas llamado Heraclio Ramírez; culminaba exitosamente la lucha de la Liga de oficiales navales que se fundó en 1905.
México tomaba posesión de la industria que deviene de la marina mercante, nunca más serían discriminados los marinos mexicanos.
Posteriormente, en plena II guerra mundial, los días 13 y 20 de mayo unos submarinos alemanes cuyo gobierno primero coqueteó con el mexicano para aliarse en los prolegómenos de lo que sucedería en unos cuantos meses, que los EEUU entrarían en la lucha armada en su contra y aliados a Francia e Inglaterra; para esta fecha, hundieron vía torpedos dos buques tanques (de petróleo) nacionales, el “Potrero del Llano” y el “Faja de oro”.
Así el 1° de junio del mismo año 1942, se celebra por parte del gobierno de la república la primera edición del Día de la Marina, y fue para rendirles homenaje a los marinos mexicanos que murieron con el hundimiento de los buques tanques.
También ese mismo día se publica el decreto con el cual México se declara beligerante en contra de los países del eje Berlín-Roma-Tokio; y la respuesta de las potencias del eje fue que entre los meses de junio y julio de ese 1942, fueron también atacados y hundidos los buques tanque «Tuxpan», «Las Choapas», «Amatlán» y el «Oaxaca». Cabrones que fueron los alemanes.
LA CLASE MILITAR
Asistir a una fiesta del 13 de septiembre la que organiza el ejército mexicano, si te quedas hasta el final, puede uno ver el comportamiento de los generales que en no pocas ocasiones les sale el metal del que están hechos; todo lo contrario es el festejo de este día de los marinos, si bien la tropa es durísima en el cumplimiento de sus funciones, los oficiales, egresados de las escuelas navales, son por antonomasia, de una clase social más alta, al menos su comportamiento así lo evidencia, formas, conductas, actitudes y trato.
Todo el sexenio del caudillo, Emilio «eme» González y con el tribuno Celso Delgado fueron las ocasiones en que he asistido al festejo de este día en la zona naval de Sanbolas, los menúes de comida son exquisitos, de caguama pa´rriba.! Cerveza en cantidades industriales y finos wisquis, tequilas, cogñac´s, música de mariachi y tríos, nada de bandas estridentes; en Veracrúz, el festejo es de gala, un evento social de primer nivel.
Como ha sido costumbre a lo largo de los años del sexenio, el gobernador Roberto Sandoval no ha asistido a este festejo, con el mantra del sexenio “con la honrosa representación del señor gobernador” Pepe Espinoza estuvo en el festejo de hoy, junto a los titulares del poder legislativo y judicial; quien descompuso la foto, como siempre- fue el pillo de siete suelas, el vulgar y corriente edil de Sanbolas que padecen sus ciudadanos, con su ridícula vestimenta que la ha convertido en su outfit distintivo.
Los marinos, sus cuerpos de élite son los únicos en los que confían los organismos de inteligencia de los EEUU, responsables de la lucha contra el narco organizado; muchos de los operativos de alto impacto, solo a ellos les confían la información, ni a gobernación o a la presidencia se los comunican; por lo que este escriba sabe, al menos, la Marina mexicana ha sido la menos permeada por los grandes cárteles de la droga que aún tienen metidas sus garras en este indemne y sufrido país, que sería más grave desde luego, nuestra condición, si no fuese por la existencia y pundonor de los marinos mexicanos.
Y aunque ya no me invitan a su festejo, pues felicidades a la tropa y oficiales; espero que se la pasen a toda madre…
Contacto.- cronicaslip@gmail.com