Tal cual como se esperaba, el arranque de las campañas políticas en la entidad, no emociona al futuro votante, solo apreciamos cuál de los dichos de los candidatos es el más desafortunado; no apreciamos un elaborado código de comunicación política que busque el intangible del futuro elector; y nó, no encuentro el mínimo talento discursivo, que nos indiquen con los candidatos tienen ideas para interesar al futuro elector, que tienen una ideología con la cual se sientan los ciudadanos identificados (ignoro si estos candidatos saben lo que es eso); los valores cívicos que ellos personifican; y cuál será el mensaje que los identifique ante el fragmentado escenario político electoral.
Y ante el inocultable desprestigio de los tres órdenes de gobierno, Juan Pueblo solo nos muestra el hastío que le genera el hablar de política, de partidos o de los gobiernos; hoy todo lo malo que nos sucede en la sociedad es percibido que su origen, culpa y demás, proviene del gobierno, de los partidos y de sus políticos; ante tamaño imperativo, ¿qué es lo que nos ofrecen los candidatos de los principales partidos Pan, Prd, Pri..?
Quienes contienden por el segundo distrito, por la naturaleza de los primeros mensajes, los candidatos revelan su profunda ignorancia sobre la sociedad y el sistema político en el que vivimos; desconocen las reales expectativas del grueso de la población; se mueven en una falsa burbuja que los mantiene alejados del votante; ¿su locuciones son pobres..? pobrísimas..! su lenguaje es errático, sus asertos exagerados y maniqueos.
El pegote que el Pan llevó a la candidatura, hizo sus primeras locuciones de un pedestre que da pena ajena; siendo diputado local, fue a un curso de marketing político y posteriormente tuve una larga charla con él, sobre el cómo construir una candidatura, revelando su enorme ignorancia al no colegir que no se puede fabricar un candidato si antes no tenemos una persona medianamente culta, mediante enterada del sistema político electoral mexicano.
Alejandro Galván, está a la altura de su circunstancia, cumple el triste papel de ser la “mona” del evento, tal cual lo dijimos en este espacio hace semanas, para beneficiar con la atomización de las ofertas electorales, al candidato del Pri-gobierno.
Esperábamos más del candidato perredista, reconocido como académico con ideas lúcidas sobre los grandes flagelos que padece el país; con su coordinador de campaña, el diputado ”boquiflojo” Pavel Jarero, con sus exageraciones, medias verdades y falacias en contra del gobierno de Peña Nieto y su partido, lleva a Francisco Javier Castellón, a la picota del descrédito, del alejamiento de los mecanismos para cerrar compromisos con el futuro elector. Ser opositor sistemático no es una buena conseja en campaña electoral.
GIANNI –EL SOBERBIO-
Uno de los primeros publicistas del marketing político en Europa, el catalán Joaquín Lorente, dijo hace algunos lustros: “si no tienes personalidad, eres una mosca..!” y en el caso, se aplica a Gianni –el soberbio- Ramírez, candidato del Pri-gobierno, que, a lo mejor no se ha percatado que para ganar las elecciones uno de los factores del triunfo, es la personalidad del candidato.
No me refiero a los rasgos preponderantes de su real personalidad, la “privada” que conocen sus familiares, su patrón, sus socios, sus prestanombres y sus incondicionales; sino la personalidad –llamémosle “pública”- que es la que pretende vender al electorado; su lenguaje, es un corto español de unas cuantas palabras, y maneja una ideas que no transmiten nada!
Y hay que decirle al enriquecido ingeniero, la gente no vota por ideas abstractas, inasibles, inconsecuentes como lo que nos ha endilgado en estos primeros días de campaña; el elector vota por las personas; porque ve en ellos, una parte de sí mismo que le hace falta, la personalidad que aprecia el pueblo es, la naturalidad de una persona, que sea auténtico, que no suenen huecas, impostadas sus palabras, porque no le dice nada al electorado su fantástica frase “buscamos contribuir en la construcción de soluciones”.
Los genios que tiene ahora el Pri, han construido un modelo de candidatos mudos y torpes; todo elector lo que desea conocer es al hombre o mujer que lo va a representar y sobre todo, espera que le defienda sus intereses; el librito nos recomienda que un candidato debe al mismo tiempo que proyecta una imagen que personifica la filosofía política de su partido, también debe proyectar sus características personales.
Se trata de una imagen, que puede ser modificada en la medida del ritmo de campaña; el mecanismo de la imagen se crea cuidando los mínimos detalles de la composición de los escenarios en dónde el candidato actúa, sus gestos, sus frases, sus expresiones, el tono de voz y el contenido de sus declaraciones, que hará conforme el escenario, el público y los medios.
Hasta hoy, como candidato Gianni Ramírez, tiene una personalidad inacabada y una imagen desastrosa…
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