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Imperiosa la sinergia con el gobierno estatal
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Los nuevos ediles de cara a sus compromisos
A mitad del sexenio de Miguel Ángel Navarro, con la llegada de los rostros de los nuevos ediles –los que se reeligieron no tanto- se renuevan las expectativas de la sociedad para que la administración estatal junto a las de los Ayuntamientos, trabajen de manera coordinada en el seguimiento de los proyectos gubernamentales iniciales.
No hay lugar para las improvisaciones, ni la novatez e inexperiencia son buenos modelos para la administración municipal; los Ayuntamientos, son la primera autoridad de contacto del Estado mexicano para con la ciudadanía; y en Nayarit, por vez primera se tiene un gobiernos absolutamente consolidado políticamente.
La formación de las políticas públicas es producto de la interacción entre el ejecutivo y el legislativo, y que aplican los Ayuntamientos; sin esta acción coordinada entre los dos órdenes de gobierno la tarea de gobernar no puede llevarse a cabo de manera eficaz.
Así como se estableció la armonización contable en los Estados y Ayuntamientos para homologar los métodos de las cuentas públicas, así, es menester la armonización política para asumir una misma actitud para desarrollar la tarea de gobernar.
La presencia de Morena, mayoritariamente en el Congreso estatal y en la mayoría de los Ayuntamientos implica una condición política única que no es prudente que se vaya a perder por inercias, ineficacias o falta de oficio político; ya no hay lugar para el periodo de aprendizaje, la administración estatal es el vector que impulsa las actividades propias del Estado, conforme a sus fines primarios, el prodigar seguridad pública, servicios eficientes y promover el desarrollo armónico de nuestras vocaciones productivas.
Con el estilo personal de gobernar, Miguel Ángel urge a los ediles a no perder ni un día a partir de su toma de posesión, ante los retos del Nayarit de hoy se impone el reclamo, se necesita una armonización política para el trabajo coordinado de Ayuntamientos y gobierno del Estado, sin importar las filias o fobias partidistas del origen de los ediles; algunos sin duda tienen que limpiar el cochinero de administración que les dejaron.
Los ediles reelectos, tienen hándicap a favor, no tienen que enseñar a sus principales funcionarios para responderle al pueblo que los ratifica en el puesto y ellos tienen la ventaja de la experiencia previa frente a los debutantes.
La agenda mínima en la exclusiva responsabilidad de los presidentes municipales, es un reordenamiento en sus rubros fiscales, cobrar derechos por servicios que proporcionan a la ciudadanía y que no deben estar disfrazados de ilegales impuestos, sobre todo los que aplican al comercio organizado y al ambulantaje.
Seguridad pública, la policía municipal tiene funciones preventivas, un tanto disuasoras contra los ilícitos y faltas leves; en el sistema penal son los primeros respondientes, y deben perfeccionar sus prácticas.
Agua potable, alumbrado público y recolección de basura, rellenos sanitarios, vialidades adecuadas y mantenimiento de rúas y avenidas en la cabecera municipal; es posible que ahora sí pueda estar instrumentado el mando único de seguridad pública estatal con las municipales, en la obviedad de que no existan disfunciones ni contaminación o cooptaciones con la narco delincuencia.
Los municipios de la sierra, Huajicori, La Yesca y Del Nayar tienen mayores grados de dificultad para cumplir con sus funciones sustantivas, las grandes distancias, la atomización de su población en pequeñas rancherías y la falta de vías adecuadas de comunicación hacen de aquel territorio un lugar de excepción; territorio del trasiego de enervantes, de abigeo y reyertas intestinas entre los grupos antagónicos, los de Sinaloa y los de Jalisco.
Que implica la armonización política de estos dos órdenes de gobierno..? de cara al tramo final de sexenio, es menester que hablen el mismo idioma, el de los dineros públicos, de las inversiones del gobierno federal, de las participaciones y fondos de financiamiento; y la coparticipación del gobierno estatal con los municipales y de ser posible, con las asociaciones público privadas en áreas que lo ameriten.
Si existen limitantes financieras o administrativas deben de resolverse, lo que la sociedad ya no puede admitir es la improvisación política y la falta de acciones concertadas del Estado y de los municipios, nada de que cada quien jale por su lado en función de sus intereses electorales a futuro.
Particularmente hoy; ya que al parecer volveremos –a nivel federal- a un gobierno unificado y con la anulación efectiva de la división e independencia de los poderes. Esta realidad política, debe ser favorable para la sociedad nayarita; con la instauración del nuevo régimen federal se impone eficiencia en las acciones sustantivas de los dos órdenes de gobierno.
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