La oposición en lo que significa uno de los mayores fracasos de su accidentada vida política, ayer se conoció el aviso tipo kremlin del comité central perrediano, no habrá alianza con los panistas; fallido el intento, aún con la presencia (¿y recursos?) de la dinastía Montenegro, cuya participación en el Pri, está cancelada desde hace tres años, con el advenimiento del gobernador Roberto Sandoval, se inició la extinción del corporativismo magisterial en la entidad.
Pan y Prd, abatidos por sus propias ambiciones, divididos por sus intereses patrimoniales, las gananciales que les resultan cada elección estatal y federal; toda la historia de estos partidos tiene un saldo negativo, han sido incapaces de ganar candidaturas electorales por sí mismos, requieren de bules pa´nadar, cachando cuadros del Pri que se fugan por berrinche.
Si la identidad del México post alternancia es una pluralidad política ya madura, sensata y con convicciones, las franquicias locales panista y perredista, nos demuestran lo aldeano de sus dirigencias y la incapacidad orgánica de ser una alternativa real viable para un electorado que ve achicarse las opciones a la hora de los votos, mientras persista la puerilidad extrema de pelearse solo para conservar la talega de los dineros del financiamiento público estatal que reciben y que se embolsan mensualmente y en cada periodo electoral.
Pan y Prd, se encuentran en el escenario retrógrado de la historia, no tienen proyecto para Nayarit, se encuentran atados a las convicciones de agitación política de oposición del todo contra los gobiernos del Pri; no han sido capaces de articular una narrativa que les sea común, que unifique las variables opositoras y que pudiese atraer al electorado, ni a las nuevas generaciones de votantes que son tan esquivos en sus convicciones.
EL PODER DEL PODER DE ROBERTO SANDOVAL
Y lo que es notable en el escenario político administrativo, es el despliegue del poder que detenta el gobernador Roberto Sandoval, excelentemente posicionado en el imaginario colectivo electoral, su popularidad es el valladar mas difícil que propios y adversarios tienen que aceptar durante el proceso de pre y de campañas políticas para las elecciones del 6 de julio próximo.
El escenario se le plantea bonancible, con la única agitación que podrá ser controlada, es la designación de los candidatos a diputados y ediles; los pre candidatos naturales ya se encuentran en el tinglado de los políticos en ristre, acreditando su mucha o poca inteligencia política para insertarse en el imaginario colectivo electoral, para demostrar que serán candidatos electoralmente rentables. Los nombres ahí están, los símbolos del poder ya fueron claros y expresos; solo los babiecas le hacen al encobijado.
En las próximas semanas, el calendario electoral seguirá su curso; los satélites Verde y Nueva alianza, ya se cuelgan del tricolor para seguir como partidos bonsái, solo testimoniales del oprobio que significan los meandros de la partidocracia vigente; la posibilidad de conocer expresiones ciudadanas con las modalidades que le impusieron en las recientes reformas a la ley electoral, será la resolución de la incógnita siguiente, quienes son los aventados que se van por las candidaturas independientes.
O si por ahí de manera sigilosa existe un grupo de ciudadanos que quieran registrar un nuevo partido político estatal. Los plazos que la Ley marca son contundentes, precluye toda intentona de querer pasarse de vivos y luego hacerse la víctima ante las decisiones del concejo local electoral.
La sal y la pimienta se dará en las convenciones del tricolor para ungir los delegados que nominarán a sus candidatos electorales; la mosca en la sopa está ocurriendo con el réprobo de Rafael Cervantes edil de BadeBa, cuyo tema trataremos próximamente.
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