Tiene que ser un contexto específico, para que las reglas básicas funcionen, el conversatorio del sistema penal acusatorio se constituye de fuentes de nuevas cuestiones respecto a los principios e instituciones procesales, a los roles de las partes y al contenido de los derechos.
Es un escenario de situaciones problemáticas cuya solución no está precisada en las fuentes formales o que pueden ser objeto de diversas soluciones; situaciones que se vislumbran a partir de audiencias de simulación y posteriormente en la experiencia misma de las audiencias de control de garantías y conocimiento.
La base del conversatorio es el estudio de casos, identificando y analizando las experiencias de los mismos, debe ser planeado, definiendo previamente los temas; preparando previamente las ponencias en casos específicos de tópicos del sistema; deben tener guías para la argumentación y una de conclusiones.
Es importante la búsqueda de soluciones conjuntas, aunque el consenso no es el objetivo, deben respetarse la independencia de jueces y el cómo se sujetan al principio de legalidad; en suma..! las características del conversatorio se funda en el libre intercambio de ideas, visiones, argumentos compartidos o nó, que pueden ser contradictorios y provocadores.
Y parte de lo anterior, al parecer no ocurrió el día de ayer en el edificio del TSJ al realizarse el primer conversatorio que buscaba conocer la evolución del sistema de justicia acusatorio y oral en sus respectivas jurisdicciones, autoridades federales y estatales que buscaron intercambiar experiencias.
Magistrados y jueces tanto del Poder Judicial de la Federación como del estado, así como representantes del Ministerio Público y corporaciones policiales de los dos niveles, participaron en dicha actividad que además fue atestiguada por abogados postulantes y comunicadores.
En el auditorio Rey Nayar, el presidente del Tribunal Superior de Justicia, magistrado Pedro Antonio Enríquez Soto, explicó al inicio que se trata de un diálogo entre responsables del nuevo sistema de justicia penal sobre “nuestras debilidades, oportunidades de mejora y principalmente sobre cómo podrá incrementarse la eficiencia de dicho sistema”.
Ponderó que dicho diálogo se hace con respeto a la autonomía técnica y de gestión de cada uno de los operadores del sistema acusatorio en los ámbitos federal y estatal, el magistrado Enríquez Soto reiteró que “en la medida que perfeccionemos nuestro desempeño y reproduzcamos las buenas prácticas en la materia”, el nuevo sistema mostrará sus ventajas y utilidad tanto para los justiciables como para las instituciones responsables.
En el conversatorio interinstitucional hubo demasiados temas..! con tiempos exigüos para la debida comprensión de los tópicos se abordaron trece temas, como los de “Detenciones en flagrancia y puesta a disposición de imputados”, “Asesoría jurídica de víctimas”, “Medidas cautelares” y “Desahogo de audiencias”; en el primero de ellos, un agente del MP del fuero común, ilustró a las policías federales con su experiencia en los casos de flagrancia; la tipología y el tratamiento que le dan a esta figura que establece el CNPP.
Se apreció la impericia del moderador -el director general de Apoyo Jurídico de la Comisión Nacional de Seguridad, licenciado José Rezéndiz Martínez- y la falta de conocimiento de este tipo de eventos por parte del coordinador de magistrados de circuito y jueces de distrito del Vigésimo Cuarto Circuito en el Estado de Nayarit.
En fin..! por algo se empieza, persisten las asimetrías entre el aparato del poder del gobierno de la república y la experiencia que se sigue acreditando de los jueces con rostro del poder judicial del Estado y la eficacia de los MP´s y demás funcionarios de la Fiscalía General que operan el sistema en la entidad.
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