- Toño en busca de la legitimidad perdida
- legislativo y judicial, puntales de la gobernabilidad
- electores, de nuevo pasto de los partidos
El año 2020 despunta en Nayarit, con una madeja de abigarrados asuntos públicos, gubernamentales, partidistas que nos dimensionan una singular condición, por su propia naturaleza en lo que significa su mercado interno, la recuperación de la paz social, aunque prevalece una permanente eliminación selectiva entre las filas de la delincuencia entronizada en la entidad, en contra de aquellos que añoran viejos esquemas, el escenario de nuestra entidad mantiene calma aparente, y en el underground subyacen temas que darán de sí en esta anualidad.
El poder ejecutivo, que detenta el joven empresario Toño Echevarría, pese a contar con todo lo que un gobernante requería, a la mitad de su mandato, pareciera que ya tuvo algo de conciencia del valor del quehacer político desde el gobierno, y ha realizado acciones que van encaminadas a resolver conflictos sociales, que no se pueden soslayar; y en ésas anda en busca de su legitimidad política que perdió en el primer año y meses de su administración.
Con una recua de incondicionales echó por la borda del diletantismo, el legítimo bono democrático que obtuvo en las urnas; la frivolidad extrema con que se condujeron, la rapiña de los recursos públicos, el tráfico de influencias, los contratos amañados, la dilapidación de los recursos de obras y programas que no lograron, en fin, una retahíla de ineficacias e incapacidades a los veintitantos meses de su gobierno, lo llevaron a la picota del descrédito y perdió el amplio apoyo que tuvo en sus bases sociales.
Ha sido providencial sin duda, el apoyo que le ha dado el presidente López Obrador; quizás por que tienen atributos en común en sus personalidades. Los cambios en su gabinete le han sido provechosos, solo le queda el dolor de muelas que significa el fiasco de Juan Luis Chumacero en la secretaría de finanzas; y ante los balbuceos de racionalidad política que ha asumido en estas últimas semanas, con temas difíciles a los cuales les ha enfrentado; hemos de señalar que mientras mantenga ausente la comunicación política y no revise su política de medios, sus lances serán infructuosos, por más que le den victorias transitorias, como la remodelación del centro histórico de la ciudad capital y la reforma a la ley orgánica de la UAN.
A contrario, en el poder legislativo la presidencia de la comisión de gobierno en manos del diputado Polo Domínguez, ha crecido políticamente, de manera puntual el galeno sigue su ruta crítica para el fortalecimiento de su patrimonio político, y dejando un amplio marco de libertades políticas para que en el ejercicio de las funciones sustantivas de los diputados, nadie quede soslayado y todos con la poca o mucha cultura política que tienen, ejerzan el papel de sostener las iniciativas del gobernante y en ocasiones, servir de su conducto para llevar al texto legal, algunas iniciativas.
Sin duda, de esta legislatura, van a salir algunos de los candidatos a las próximas elecciones municipales, y para el diputado presidente, su eficaz manejo en estos años, en que se convirtió en el pararrayos de todos los conflictos que emergieron en contra del ejecutivo, en el espacio de interlocución para amansar rijosidades de gremios y pueblo suelto que reclama todo tipo de bienes, servicios y gestiones, le llevará sin desdoro alguno a reclamar con plena legitimidad la candidatura a gobernador del Estado de su partido y de la posible alianza que pudiese dimensionarse…, ¡con el PRI…!
Dado que el partido histórico de los nayaritas, está descabezado y en estado catatónico en la entidad; solo de esta manera, podrán ser competitivos para enfrentar a la ya anunciada candidatura de MORENA, con el doctor Miguel ángel Navarro al frente, que a la fecha tiene todo el handicap a su favor. La alianza del PRI con el PAN, con el doctor Polo Domínguez, tendría el amplio apoyo de clases media y alta, la burocracia, los comerciantes, empresarios y sus organizaciones, para enfrentar con éxito -si sacan a la gente a votar- a las huestes del lumpenaje que les da sustento electoral a los morenos.
El poder judicial, con su nueva organización interna, tiene un mundo de emergencias que atender, y la eficaz presidencia de Ismael González Parra, no debe acotarse ante los retos presupuestales, la manipulación que le hacen en Finanzas, Chumacero y sus secuaces, que a cuenta gotas le entregan el presupuesto aprobado por el legislativo; tiene que enfrentar la implementación de la justicia laboral y familiar bajo el sistema oral, ello le reclama un mínimo de veinte o más salas de oralidad.
Así mismo, tiene que revisar al interior, la capacidad y opacidad de los jueces que aún no entienden el tiempo dinámico que se vive en los poderes judiciales; con el cuento de sus definiciones de que los jueces son autónomos e independientes en sus resoluciones, se han cometido graves yerros judiciales y se debe mejorar los mecanismos de control y de disciplina del concejo de la judicatura para sancionar a los juzgadores venales, incapaces e ineptos.
Y lo más urgente, ante la desconfianza y desconocimiento de la sociedad y sus voceros, el deterioro de los paradigmas del nuevo sistema de justicia penal de corte acusatorio, es menester que implemente el más amplio programa de su socialización, con imaginación se puede lograr, y demostrar que ante la falta de recursos, con audacia e inteligencia se puede llegar a buen fin.
2020 debe ser el año de la consolidación de las instituciones públicas de Nayarit, para que a finales, con toda la parafernalia que ocurre con la temporada pre electoral, los nayaritas no seamos pasto de politicastros improvisados, ambiciosos ignorantes que sin cultura política y experiencia administrativa, se trocan en los mesías de los nuevos tiempos. Nayarit y su sociedad, merece sin duda un escenario político de mejor nivel, para tener más y mejor sociedad que trabaja y produce, y menos gobierno, el que llegue trabaje y cumpla eficazmente con sus responsabilidades; ya se terminaron los gobernantes iluminados, providenciales, de liderazgos totalitarios.
A darle pues..!
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