Por Luis Ignacio Palacios

• Sin límite alguno el poder delincuencial

• Casos emblemáticos

En sociología, existe un concepto que no ha sido muy explorado, porque viene a definir y calificar tendencias y acciones de grupos de la sociedad, me refiero al concepto “efecto demostración” que se expresa en lo que podemos definir como una imitación extralógica, un proceso donde las personas imitan conductas sin entender o evaluar los beneficios u objetivos prácticos de esa conducta.

Es decir, se imita de forma ciegamente, sin una reflexión o cálculo mental. En la imitación extralógica, las invenciones y nuevas prácticas tienden a ser adoptadas inicialmente por las élites y luego se difunden a las masas.

El término «efecto demostración» se usa en varios contextos, referido a la actitud permisiva del anterior presidente de la república con los grupos delincuenciales al instruir a las fuerzas armadas de que respetaran a los delincuentes ya que ellos “también tienen derechos humanos”.

En este contexto se dio  la imitación extralógica, como un proceso por el cual las personas imitan las conductas de otros, el delincuente común, al ver la impunidad de los grandes narcos de los carteles de manera consciente y deliberada también emprende acciones delincuenciales.

Se rompen entonces todos los códigos de los grupos delincuenciales, se desata la impiedad mayúscula y todo México conoce la barbaridad y media que se cometen con la violencia en todas las zonas de dominio delincuencial.

Hoy tenemos presidentes municipales no solo coludidos con el narco, si no que ellos mismos son activos agentes delincuenciales, igual existen regidores, diputados y hasta gobernadores.

El día de ayer, conocimos que la presidente municipal del Nayar Imelda Escobedo López, junto con un destacamento de soldados del ejército mexicano han sido detenidos por los huicholes de la comunidad de San Andrés Cohamita, quien tiene un litigio contra miembros de su comunidad que han pretendido desde hace años dividir la comunidad y erigirse como un nuevo núcleo comunal en territorio de Nayarit.

Hace unas  cuantas legislaturas,  inopinadamente el Congreso del Estado a propuesta de los diputados del PRI, segregaron cuatro comunidades indígenas de San Andrés y decretaron que están en territorio del Estado de Nayarit; han perdido todos los juicios agrarios y existe una determinación de la SCJN que no ha sido acatada por los gobiernos de Jalisco y Nayarit.

La detención de la edil, es una presión de los huicholes para el inicio de las negociaciones entre ambas entidades; “detención” es un eufemismo para no decir privación ilegal de la libertad de la munícipe. La vigencia del estado de derecho es aleatorio, intereses políticos o delincuenciales están por encima de la legalidad.

Y el impacto terrible del mensaje claro y contundente a la jefa de gobierno de la CdMx, y al propio  gobierno federal; el asesinato de sus cercanos colaboradores es la evidencia clara de que los grupos delincuenciales ya llegaron hasta las oficinas del poder en la CdMx.

Quien hace pactos con el diablo, corre el riesgo de que exijan más y más en sus demandas delincuenciales, imposibles de cumplir; las acciones de García Harfuch han penetrado en la línea de flotación de algunos carteles;  todo lo que hoy le sucede al país, es el resultado innegable de la política perversa de AMLO, coludido con los grandes carteles; el corolario de un modelo autocrático, demagógico y manipulador, que deshizo el tejido social, dejando inermes a los mexicanos ante el empoderamiento del delirio delincuencial.

El adocenamiento expósito de la incipiente democracia mexicana. Pobre país, pobres de todos nosotros…

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