Por Luis Ignacio Palacios
- Adiciones al tipo penal de feminicidio
- Logro de la diputada Jocy Fernández
- Tema de dolorosas consecuencias sociales
En un largo documento, que contiene el dictamen que cumplió su proceso legislativo los diputados integrantes de la actual legislatura aprobaron adicionar diversas disposiciones del artículo 361 del Código Penal para el Estado de Nayarit, en materia de agravante y reparación integral del daño en el delito de feminicidio.
El proyecto fue una muy documentada propuesta por la legisladora Jocelyn Fernández, quien señaló en tribuna que
“no podemos ser indolentes u omisos ante crímenes de naturaleza tan abominable como los feminicidios uno de los objetivos de la comisión es salvaguarda los derechos de quienes se han visto afectadas y afectados por este tipo de violencia, y créanme, cuando les digo que este camino no ha sido nada sencillo, no es fácil escuchar de viva voz los relatos de las familias, de las mujeres que han sido víctimas de feminicidios, no es fácil ver los rostros de tristeza y desasosiego de las hijas e hijos que perdieron a su madre, no hay palabras que puedan devolver esa vida o mitigar ese dolor y es este acompañamiento el que nos ha impulsado desde el ámbito legislativo a buscar una efectiva impartición de justicia que no deje sin castigo estos delitos”.
Esta es una respuesta del Estado a una inocultable realidad de hechos que son recurrentes en la sociedad; las estadísticas que sustentaron la argumentación de la diputada Fernández son contundentes; y este logro legislativo no debe quedar solo en el texto legal, cuyas normas están sobre saturadas de medidas legales para evitar la violencia cotidiana contra las mujeres.
Que, sin embargo, no ha podido impedir que los hombres enajenados cometan el proditorio crimen; una exploración sociológica señala que su etiología tiene variopintas causas, ese arcaico machismo que subyace en todo varón que se cree macho y trata a la mujer como un objeto sexual, negándole toda la universalidad de derechos humanos que le son propios a su género.
Mucho tienen que trabajar las instituciones de salud y de protección a la familia; los resabios de la vieja masculinidad están ahí, ese machismo que aún se ve en el núcleo familiar y que esconde también una misoginia que se traduce en conductas de odio y aversión a las mujeres; siempre hemos sostenido que en todo macho golpeador se esconde un homosexual reprimido.
Y todo esto se imbrica en la precariedad secular de la procuración de justicia, en dónde –ya sean hombres o mujeres- los policías investigadores y los agentes del Ministerio Público no saben cumplir a cabalidad sus funciones en este tipo de casos; las labores preventivas de este tipo de delitos no existen..!
Las medidas cautelares que solicitan las mujeres golpeadas o acosadas, son el primer aviso del feminicidio que puede ser inminente y esos indicios deben ser procesados con inteligencia en la Fiscalía General del Estado, cumpliendo los elementales roles de seguimiento y vigilancia del estúpido agresor.
Es un cambio de 180° que requiere la cotidianidad en la cultura social de la pareja, se impone abatir los altos índices de impunidad y la búsqueda y el establecimiento de nuevas masculinidades para pretender ese imposible de que tengamos parejas equilibradas, con el inherente respeto mutuo a los roles que nos corresponden a cada género.
Estas adiciones al código penal, son un peldaño más en este ejercicio del poder legislativo, darle instrumentos legales a la sociedad para un mejor escenario social y de fortaleza a los derechos humanos de las personas.
Bien por Jocy, sin duda su padre estaría orgulloso por su desempeño como legisladora.
Contacto.- cronicaslip@gmail.com
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