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Héctor Santana revela sus limitaciones
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Regidores y sindicatura divididos
A menos que sea una innovación más de destrucción de los cánones constitucionales de los gobiernos de Morena, ahora en el Ayuntamiento de Bahía de Banderas, un lance de los regidores y la titular de la sindicatura del municipio han pretendido recientemente modificar los reglamentos municipales vigentes, para adaptarlos a la dinámica de control de los intereses controvertidos en la jugosa función de sancionar la contratación de obra pública.
En Ayuntamiento de Bahía de Banderas, es, la joya de la corona de los municipios de Nayarit, tan solo el ingreso del impuesto predial que en teoría hace superávit en los ingresos propios, es de un monto tal que satisface los gastos de administración municipal.
Pero una serie de ediles han depredado las finanzas municipales, llevando a la administración a niveles de precariedad que propicia el endeudamiento para cubrir su presupuestos de egresos, y hace un par de días, en este XII Ayuntamiento de Bahía de Banderas la conducta de dilatar la firma de contratos del municipio la síndico Daniela Zeamay Sahagún Flores, ha propiciado (por sí o por interpósitos regidores) un intento de modificar las facultades y atribuciones de los órganos internos del Ayuntamiento, así le están jugando las contras al presidente municipal Héctor Javier Santana García.
El síndico es el funcionario del cabildo municipal, responsable jurídico de representar los intereses de la comunidad y velar por el cumplimiento de las leyes y reglamentos en el municipio; las diferencias, dilaciones y contradicciones solo nos revelan una cosa que es evidente, Héctor Santana no tiene control político de su cabildo, cuando los regidores se van por la libre significa que los desacuerdos con el presidente municipal están en la contienda interior del Ayuntamiento.
Los recursos que ejerce el Ayuntamiento son millonarios, contratos de servicios o de obra pública representan la oportunidad de obtener gananciales de quienes ahí pusieron a Héctor Santana, cuyo protagonismo infantil lo ha llevado a tratar de construír una imagen que a la postre le sirva para aspirar en un par de años a la candidatura al gobierno del Estado.
El mal diseño (o la ausencia de) de su campaña para posicionarlo en las bases sociales de su municipio, contradice el abc del marketing político, careciendo de slogan e identidad gráfica, sin tener claro un plan estratégico, sin saber manejar redes sociales, solo la masificación informativa en medios del municipio y algunos de Puerto Vallarta y de Tepic, ha sobre saturado su imagen con acciones rocambolescas.
Ha confundido de manera aldeana la comunicación social con comunicación política; sus discursos son pueriles e interminables.
Y volviendo al tema original de la nota, los cabildos proponen reformas y adiciones al marco legal y operativo de sus Ayuntamientos, pero es el Congreso del Estado la entidad responsable de aprobarlos.
Héctor Santana y equipo de funcionarios y regidores –y la síndico- que le acompañan, mientras aprenden los límites de sus responsabilidades públicas y de sus atribuciones, con sus dislates demuestran a la sociedad su falta de oficio político y la carencia de la elemental cultura jurídico política, incapaces de contar con profesionales de políticas públicas.
La soberbia de los novatos pues…
Contacto.- cronicaslip@gmail.com
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